Por Agencias
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Los agricultores y propietarios de huertos en todo Estados Unidos recibieron esta semana un alivio cuando el gobierno dispuso que más trabajadores con visas para trabajo en el campo, H-2A, podrán cruzar la frontera desde México.
El Departamento de Estado amplió la cantidad de jornaleros agrícolas extranjeros cuyas solicitudes de visa podrán procesarse sin una entrevista en persona, reportó el periódico The Capital Press.
Después de suspender el proceso de visado “no esencial” en México debido al brote de coronavirus, la agencia dijo que daría prioridad al procesamiento de trabajadores con visas H2-A que caducó en el último año al suspender la entrevista.
Después amplió esas exenciones a trabajadores nuevos y trabajadores que regresan, pero cuyas visas caducaron en los últimos 24 meses.
“Primero empezamos con la idea de que tendríamos de cero a unos pocos trabajadores”, dijo Allison Crittenden, de la Federación Americana de Cámaras Agropecuarias.
Ahora, la mayoría de la mano de obra con visado H-2A debería poder venir a Estados Unidos, dijo el viernes.
“Estamos agradecidos por un acceso a la mano de obra H-2A mayor de lo que insinuó el primer aviso” de exenciones limitadas, dijo Crittenden.
Los empleados con visas H-2A en 2019 sumaron 258,000, aproximadamente 20% de la fuera laboral agrícola, y son esenciales, indicó. El 80% restante de la mano de obra agrícola la conforman principalmente trabajadores migrantes con y sin documentos.
Pandemia evidencia labor crucial de jornaleros en California
A Salvador Calzadillas no le preocupa contagiarse del coronavirus mientras corta mandarinas de los árboles del centro de California. Es el mero acto de trasladarse a los huertos cada día, comenta, lo que los pone a él y a su esposa -también jornalera- en riesgo y no hay nada que puedan hacer para cambiarlo.
Después de todo, los jornaleros agrícolas no pueden trabajar desde la casa y es difícil para ellos practicar el distanciamiento social.
Calzadillas y su esposa son parte de un grupo de seis trabajadores que viajan en un auto o una camioneta para llegar a los huertos a 40 minutos de distancia. Ahí, son reunidos para recibir instrucciones diarias, sin importar la distancia física que guardan entre sí, agregó.
“Hasta ahora no ha habido cambio, todo es igual. Muchos de mis colegas dicen que es como si fuéramos inmortales, trabajamos igual. No hay prevención y seguimos trabajando”, dijo Calzadillas.
El hombre de 31 años es uno entre los varios jornaleros en campos en el centro del fértil Central Valley de California, que abastece de alimentos a gran parte de Estados Unidos, incluso en momentos en que escuelas, restaurantes y tiendas han cerrado sus puertas por la pandemia.
Más de un tercio de las verduras del país y dos tercios de sus frutas y nueces se cultivan en California, cuyos campos y huertos generaron casi 50,000 millones de dólares en 2018, según el Departamento de Agricultura estatal.
Grupos agrícolas y líderes sindicales están exhortando a los empleadores a tomar precauciones adicionales para evitar que el brote se propague entre los jornaleros de California, que ya escasean.
Suspender a empleados por enfermedad podría arriesgar la producción agrícola y alterar toda la cadena alimentaria.
Algunos campos escuchan el llamado, dijeron los agricultores y empleados sindicales, pero puede ser complicado separar a los trabajadores con 2 metros (6 pies) de distancia entre sí, por la forma en que crecen ciertos cultivos, dijo Dave Puglia, presidente de Western Growers, un grupo que representa a familias de agricultores en California, Arizona, Colorado y Nuevo México.
La eficiencia también es crítica, agregó, mientras los agricultores se enfrentan a la presión de reabastecer los supermercados.
“Tendrías que escalonar a los jornaleros que cosechan. Es una forma de operar muy ineficiente y muy, muy costosa y la mayoría de los agricultores no podrían hacerlo. Estarían perdiendo demasiado dinero”, indicó Puglia.
United Farm Workers está aprovechando el momento para insistir en las demandas de siempre, como eliminar la necesidad de una nota del médico y otros obstáculos para recibir paga por enfermedad.
En una carta a la rama agrícola, el sindicato dijo que los trabajadores deberían lavarse las manos con frecuencia y animarlos a quedarse en casa si se enferman.