Por Agencias
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En momentos en que Lionel Messi y Argentina sufrían como nunca, las manos salvadoras de Emiliano Martínez volvieron a aparecer.
El arquero tapó dos veces en una tanda de penales — que arrancó torcida por un disparo errado de Messi — y la campeona defensora Argentina se instaló el jueves en las semifinales de la Copa América con una victoria 4-2 sobre Ecuador desde los 12 pasos.
“Me dio mucha bronca haber errado el penal, pero al mismo tiempo estaba tranquilo”, dijo Messi. Sabemos de lo que es capaz el ‘Dibu’, que en estos momentos se agranda y lo disfruta”.
El seleccionador Lionel Scaloni también se rindió en elogios a Martínez: “En los penales el equipo siente una confianza ciega en su arquero y para nosotros es fundamental. Aún fallando Leo, el equipo sabía que iba a suceder algo positivo”.
Ecuador forzó los penales con el gol de Kevin Rodríguez en los descuentos y palpitó dar el batacazo en el NRG Stadium cuando Messi estrelló su remate en el travesaño al abrir la tanda — sin tiempo extra de por medio.
Notable en la final de la Copa del Mundo que Argentina conquistó hace año y medio en Qatar, la figura intimidante del “Dibu” fue fundamental al tapar los primeros dos disparos de Ecuador, pateados por Ángel Mena y Alan Minda.
“No estaba listo para irme a casa”, dijo Martínez con la voz entrecortada. “Por más que seamos campeones de América y del Mundo, este grupo se merecía seguir en la copa”.
Los siguientes rematadores argentinos no perdonaron: Julián Álvarez, Alexis Mac Allister, Gonzalo Montiel y Nicolás Otamendi. En el cobro definitivo, Otamendi clavó un latigazo cruzado con la derecha, justo fuera del alcance del arquero ecuatoriano Alexander Domínguez.
“Me tiro 500 veces por día en el entrenamiento. Me mantengo siempre bien”, señaló Martínez. “Trato de estar en mi mejor nivel para la selección. La gente se lo merece porque gasta su dinero para venir a vernos. Quiero seguir creciendo como arquero y como persona”.
Argentina viajará a Nueva Jersey para disputar las semifinales con el vencedor del duelo entre Venezuela y Canadá, que se disputará este viernes en Arlington, Texas.
Pero el equipo de Scaloni bien pudo haberse marchado a casa en el día que Estados Unidos celebraba su independencia.
Esta fue por lejos la peor versión de Argentina en lo que va del torneo continental que intenta conquistar por 16ta vez.
“El equipo está, más allá de que el rival te someta. El equipo siempre reacciona. Más allá de poder jugar bien o mal el fútbol es esto”, afirmó Scaloni.
Durante el tiempo reglamentario, Ecuador tuvo a Messi y compañía contra las cuerdas. Pese al sufrimiento, los argentinos estuvieron a punto de llevarse el triunfo antes, gracias al gol de Lisandro Martínez — su primero con la selección — a los 35 minutos.
El segundo tiempo fue todo un suplicio para Argentina que vio a los 62 minutos cómo el atacante Enner Valencia desperdició un penal que hubiera significado el 1-1. Después de pitarse una mano de Rodrigo De Paul en el área, el goleador histórico de Ecuador remató cruzado al palo cuando el “Dibu” se había vencido al otro lado.
La igualdad llegó en el tercer minuto de los descuentos con el cabezazo picado de Rodríguez, que fue convalidado tras un largo análisis del VAR.
Argentina se entregó a los penales y a la personalidad indomable del “Dibu”.
Pero el equipo dejó señales preocupantes para lo que sigue, con su favoritismo menguado.
Recuperado de una dolencia muscular en el pie derecho que le impidió jugar en el último partido, Messi volvió al once titular. Pero el capitán argentino trascendió muy poco, con escasa explosión en sus desplazamientos en el NRG Stadium.
El 10 argentino falló su penal cuando quiso picar el balón sobre Domínguez, haciendo recordar jornadas tristes con la selección antes de la reciente sucesión de títulos. Pero otros salieron al rescate, con el “Dibu” señalándole tras atajar el primer penal.
“Terminé bien”, indicó Messi sobre su condición física. “Por ahí sí un poco del miedo psicológico de tener una lesión o una molestia siempre está, pero a nivel muscular no tenía nada”.
Tras un largo tramo en el que Ecuador elaboró las situaciones de mayor peligro, Argentina encontró el gol mediante un tiro de esquina cobrado por Messi desde la derecha. Mac Allister peinó la pelota hacia el segundo palo, donde Lisandro apareció solo para cabecear al fondo.
El tanto fue un castigo inmerecido para la Tri ecuatoriana que había hecho méritos suficientes para estar al frente.
Argentina dominó la posesión pero sin generar acciones de peligro, padeciendo las imprecisiones de sus volantes Enzo Fernández y Rodrigo De Paul.
Sin tener tanto la pelota, la propuesta vertical del equipo de Félix Sánchez Bas en la zona media bastó para incomodar a los actuales campeones del mundo.
Argentina se salvó al filo del cuarto de hora cuando Jeremy Sarmiento y Kendry Páez desperdiciaron goles cantados en la misma llegada ecuatoriana. En la primera, Sarmiento hizo un amague dentro del área y encaró al “Dibu”, que desvió providencialmente con la pierna izquierda. El rebote quedó para Páez, quien remató arriba.
Inmerecido o no, Ecuador vio prolongarse dos nefastas rachas. Nunca ha podido vencer a Argentina en la historia de la Copa América, un total de 17 partidos. Y lleva 23 años sin ganarle a un rival de la CONMEBOL.
“Hay que creer en este grupo de jugadores”, dijo Sánchez Bas. “Te tocó el rival más difícil y hacemos un partido que ha estado bonito. El equipo ha demostrado que puede competir contra todos, ya después el resultado puede venir o no”.