Israel asegura haber matado a alto general iraní mientras Trump insta a evacuación de Teherán

Por Redacción
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El anuncio israelí y la advertencia de Trump se produjeron mientras los combates entraban en su quinto día, con bombardeos cruzados, ataques a instalaciones nucleares y advertencias de evacuación masiva que sumieron a la región en una profunda incertidumbre. La agencia de supervisión nuclear de la ONU confirmó por primera vez que los ataques israelíes alcanzaron las secciones subterráneas del centro nuclear iraní en Natanz, una señal de que la ofensiva israelí ha logrado penetrar incluso los sitios más fortificados del programa nuclear iraní.

Trump, que se encontraba en Canadá participando en la cumbre del Grupo de los Siete (G7), abandonó el encuentro antes de lo previsto para regresar a Washington. Durante el vuelo en el Air Force One, dijo a los periodistas que “no estoy buscando un alto el fuego. Estamos buscando algo mejor que un alto el fuego”, dejando en claro que la administración estadounidense contempla una solución más contundente al conflicto.

Israel ha intensificado sus ataques contra objetivos clave del aparato militar iraní, incluyendo altos mandos, científicos nucleares, instalaciones de enriquecimiento de uranio y sitios de misiles balísticos. Según las FDI, al menos 224 personas han muerto en Irán desde el inicio de la ofensiva. Human Rights Activists, una organización con sede en Washington que monitorea la situación dentro del país, elevó esa cifra a 452.

El ejército israelí confirmó que uno de los blancos más recientes fue el general Ali Shadmani, recién nombrado jefe del Cuartel General Central Khatam al-Anbiya de la Guardia Revolucionaria, tras la muerte de su predecesor Gholam Ali Rashid en otro ataque aéreo. Aunque Irán no ha confirmado oficialmente el fallecimiento de Shadmani, fuentes israelíes lo describen como “el comandante militar más alto de Irán”.

El general Oded Basiuk, jefe de operaciones del ejército israelí, afirmó que los ataques seguirán dirigidos al liderazgo iraní “para profundizar nuestros logros, según nuestro plan y en nuestro propio cronograma”.

En respuesta, Irán ha lanzado más de 400 misiles y cientos de drones hacia territorio israelí. Hasta el momento, 24 personas han fallecido en Israel. Las FDI aseguran haber interceptado la mayoría de los misiles, pero los ataques han causado pánico en varias ciudades israelíes.

La agencia de noticias estatal iraní IRNA informó de ataques aéreos israelíes en las afueras de Isfahan, mientras que en Teherán se escucharon múltiples explosiones y fuego antiaéreo poco antes de las 6:30 p.m. del martes.

La capital iraní, hogar de unos 10 millones de personas, ha comenzado a vaciarse. Tiendas y mercados, incluido el Gran Bazar, cerraron sus puertas, y se observaron largas filas en estaciones de gasolina. Carteles que exigen una respuesta “severa” a Israel se multiplicaron en avenidas y muros.

En redes sociales, Trump reiteró el llamado del ejército israelí para que más de 330.000 residentes de un vecindario céntrico evacuaran la ciudad. “¡Todos deben evacuar Teherán de inmediato!”, escribió el mandatario. Consultado sobre su llamado, Trump respondió: “Solo quiero que la gente esté a salvo”.

Las carreteras hacia el mar Caspio, zona turística popular entre las clases medias y altas iraníes, estaban saturadas. Las autoridades sanitarias ordenaron a todo el personal médico permanecer en servicio.

Por primera vez, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reconoció que los bombardeos israelíes impactaron las salas subterráneas de enriquecimiento en Natanz, una de las principales instalaciones nucleares del país, situada a 220 kilómetros al sureste de Teherán. Anteriormente, se había informado únicamente de daños en estructuras superficiales.

“El análisis de imágenes satelitales de alta resolución sugiere impactos directos en las salas subterráneas de enriquecimiento de Natanz”, indicó el organismo.

Israel ha atacado Natanz en varias ocasiones, pero esta es la primera vez que se confirma públicamente un daño significativo en su infraestructura subterránea. Pese a ello, aún no ha conseguido alcanzar la instalación de Fordo, donde se lleva a cabo el enriquecimiento más avanzado, protegida por cientos de metros de roca.

Lograrlo requeriría la intervención directa de Estados Unidos, incluyendo el uso de bombarderos furtivos B-2 y bombas GBU-57 “Massive Ordnance Penetrator”, capaces de destruir objetivos profundamente enterrados.

Antes de abandonar el G7, Trump y otros líderes firmaron una declaración conjunta en la que se afirmaba que Irán “nunca puede tener un arma nuclear”, al tiempo que se pedía la desescalada del conflicto en Medio Oriente y un alto el fuego en Gaza.

No obstante, Trump contradijo los reportes del presidente francés Emmanuel Macron, quien había afirmado que se estaban realizando gestiones para un alto el fuego entre Israel e Irán. “Incorrecto. Mucho más grande que eso”, escribió Trump en redes sociales, indicando que sus acciones no tienen como objetivo inmediato una tregua.

Sin embargo, el mandatario estadounidense no descartó del todo la vía diplomática. Señaló que podría enviar al vicepresidente JD Vance y al enviado especial Steve Witkoff a reunirse con funcionarios iraníes.

Mientras Israel mantiene su ofensiva y Trump sube el tono, los analistas advierten que el conflicto podría transformarse rápidamente en una guerra regional más amplia. La intervención de actores internacionales, la amenaza de armas nucleares y el éxodo masivo desde Teherán elevan la presión sobre todas las partes para encontrar una salida, aunque las posibilidades de una solución pacífica parecen desvanecerse.