La semana pasada una jueza federal ordenó al gobierno de Donald Trump suspender su controversial política detención de niños inmigrantes en hoteles antes de ser deportados del país, debido al lado inhumano de la ley.
Así, Dolly Gee falló que el uso de hoteles como espacios de detención a largo plazo viola claramente un acuerdo alcanzado hace más de 20 años que establebece el trato que debe darse a los niños inmigrantes que están bajo custodia del gobierno.
En ese sentido, la jueza ordenó que las agencias fronterizas dejen de trasladar a menores de edad inmigrantes en hoteles a más tardar el 15 de septiembre y que los saquen de allí a la brevedad posible.
Desde marzo, todas las agencias de inmigración han expulsado a 148,000 personas que han cruzado la frontera entre Estados Unidos y México, sustentadas en una declaración de emergencia por la pandemia.
El gobierno de Trump asegura que aquellos cruzando la frontera sin autorización ponen en riesgo la salud pública y debe ser obligada a salir rápidamente de EEUU.
Sin embargo, activistas por los derechos de los inmigrantes alegan que el gobierno está utilizando la pandemia como pretexto para evadir las leyes federales contra el tráfico humano y las protecciones a las personas que solicitan asilo.
Para impedir que se les permita quedarse en Estados Unidos, el gobierno del republicano ha llevado a hoteles desde marzo a al menos 577 menores de edad que viajan solos, donde permanecen detenidos y luego suelen ser colocados en vuelos de deportación, relató la mencionada agencia informativa.
La mayoría de los menores han sido alojados en hoteles Hampton Inn & Suites, dos de ellos ubicados en Texas y uno en Arizona.
Eso lo hace en lugar de enviarlos a albergues operados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), donde los menores reciben servicios legales, educación y la oportunidad de ser colocados con parientes que viven en Estados Unidos.
Esas instalaciones operan con autorización de los estados en los que se ubican.
Más de 13,000 camas en instalaciones del HHS están vacías actualmente.
De acuerdo a la AP, la Jueza de Distrito, Gee, le ordenó al gobierno de Trump que vuelva a enviar al HHS a los niños que viajan sin familiares, y su fallo también se aplica a los menores que cruzaron la frontera sin autorización con sus padres.
Además, el fallo le da a los abogados que laboran con jóvenes inmigrantes acceso a los niños que el gobierno intenta expulsar amparándose en la declaración de emergencia.
Por otra parte, grupos de defensa legal han demandado a Estados Unidos para impedir completamente las expulsiones de niños inmigrantes.
El gobierno “no puede argumentar seriamente de buena fe que incumplir su obligación contractual de colocar a menores en programas autorizados es necesario para mitigar la propagación de COVID-19”, escribió Gee.
Los hoteles sí pueden seguirse usando para estadías de una o dos noches cuando se esté viajando de un sitio a otro, agregó la jueza.
El Departamento de Justicia no hizo comentarios por el momento, pero abogados del gobierno indicaron que sopesarán apelar la orden de la jueza.
Contratistas privados en los hoteles vigilan a los niños y familias detenidas las 24 horas, y en general no les permiten salir de sus habitaciones.
Familias que han estado detenidas en hoteles han dicho que les sirven sus alimentos regularmente, pero que los teléfonos han sido retirados de sus habitaciones.
Según reseñó la AP, un hombre de Haití contó que, antes de que su familia fuera sacada de su habitación, un contratista les dio hielo a él y a su esposa para que lo tragaran y se lo dieran a su hija pequeña, en caso de que les tomaran la temperatura antes de abordar un avión.
Fueron expulsados al país caribeño sin la oportunidad de solicitar asilo.