Recientemente tuve la oportunidad de ser maestra de ceremonias en el festival del Día del Niñ@, uno de mis eventos favoritos, no solo porque me alegra ver el talento de los niñ@s, orgullos@s de sus raíces, cantando canciones en español, con mariachi, sino que también me encanta ver las caras sonrientes de los padres emocionados grabando a sus hij@s mientras cantan arriba en el escenario.
Los padres deben ser los primeros en apoyar a sus pequeñ@s y estar presentes en momentos importantes de sus vidas.
Lamentablemente, la realidad es otra, no sé cuáles sean los verdaderos motivos, o las excusas, para no asistir apoyar a los hij@s ni involucrarse en la escuela, pero es muy lamentable.
He visto estudiantes que llegan el primer día de clases sol@s al salón sin sus padres, estudiantes en la oficina porque a los padres se les olvidó que salían temprano de clases.
Padres que no asisten a las conferencias con el maestro ni visitan el salón de su hij@ el día de la Exposición Escolar.
Algunos niñ@s se ponen felices al leer notitas de sus padres en la lonchera durante el recreo y otros ni merienda traen a la escuela.
Me duele ver cuando hay poco interés de los adultos en la vida de sus pequeñ@s.
No sé si es porque ellos lo aprendieron en su infancia, están muy ocupados y no tienen tiempo, o simplemente sus hij@s no son prioridad.
Claro que los padres aman a sus hij@s, no hay duda, pero no entiendo por qué prefieren ver la tele, el fútbol antes de asistir a las reuniones escolares y ver que sucede en la escuela de sus hij@s.
Lo preocupante es que los niñ@s aprenden lo que viven y sigue la cadena.
¿Qué podemos hacer? Tomar tiempo todos los días para dedicárselo a sus hij@s, no importa la edad.
Mi hijo mayor de 22 años llega a casa y siempre tiene mil cosas que contarme.
Aunque estoy cansada, ocupadísima con la tarea de mi doctorado, dejo todo a un lado para escucharlo, apague el celular y el televisor, converse con sus hij@s.
Planifiquen actividades divertidas, sus hij@s pasan la mayoría del día fuera de casa, cuando regresen, présteles atención.
Escúchelos, los hij@s crecen en un abrir y cerrar de ojos, ya que es importantísimo disfrutar cada etapa de su vida.
En la escuela vemos a todo tipo de alumn@s, aquell@s que llegan peinadit@s, limpi@s, alertas con meriendas nutritivas y agua con hielo.
Y otros que llegan tarde, sin peinar, ropa sucia, sin suéter, y nada que comer, el apoyo de los padres y su participación en su educación hacen la diferencia.
Todos l@s niñ@s merecen tener éxito.