La escuelita para padres

La maestra Sonia Aguila es una experta en educación que enseña en la Escuela Canalino de Carpintería./EL LATINO

El papá estaba muy concentrado en el celular, completamente desconectado de la realidad, mientras la mamá le daba de comer al más pequeño en la boca, aunque a esa edad ya era capaz de comer solo.

El otro niño estaba feliz con su tableta, una escena bastante típica hoy en día, pero bastante triste, en realidad: tod@s junt@s pero sol@s, separad@s por la tecnología.

Lamentablemente, no había comunicación alguna, nadie habló, mientras comían, observé que el papá le dio varias veces soda al niño pequeño, de apenas dos años. ¿Será que el papá no sabe que una soda contiene hasta 10 cucharadas de azúcar, causa caries y da demasiada energía a l@s pequeñ@s?

Recordé que, cuando era niña y vivía en México, veía a algunos bebés con biberones llenos de soda.

En las fiestas, los papás daban una probadita de cerveza a l@s niñ@s.

Según ell@s, para que “aprendieran a ser hombres”. Qué terrible, además de ilegal es esa malísima costumbre.

Ver esta escena me hizo pensar en cómo repetimos hábitos sin darnos cuenta del impacto que tienen.

Del daño que causan. No se trata de ser malos padres y madres, sino de que muchas costumbres se han normalizado: dar refresco a niñ@s pequeñ@s, permitir que las pantallas reemplacen la convivencia o incluso dejar que prueben bebidas alcohólicas en reuniones familiares.

Cosas que antes parecían inofensivas o chistosas, hoy sabemos que no lo son.

L@s niñ@s aprenden lo que viven, no crean que todo les pasa desapercibido, son unas esponjas a esas edades.

Si observan que el refresco es parte de cada comida, lo verán como algo natural.

Si en la mesa todos están en el celular y nadie habla, crecerán creyendo que la comunicación no es importante, y lo más triste es que esos momentos familiares tan valiosos se pierden… y no regresan.

Por eso, es necesario romper con esos patrones.

Apagar el celular cuando la familia está reunida, ofrecer agua en lugar de soda, convivir más y poner el ejemplo.

L@s niñ@s siempre están observando e imitando a los adultos.

La crianza no es fácil, nadie nace sabiendo cómo ser madre o padre, por eso es vital buscar información, pedir ayuda y aceptar que siempre hay algo que aprender.

Al final, l@s niñ@s necesitan que sus padres y madres estén presentes no pegados al celular.

Necesitan reglas y límites sanos, hábitos que los ayuden a crecer fuertes y felices. Todo comienza con pequeños cambios.

En estas fiestas decembrinas, haga lo posible para que l@s niñ@s no tomen soda, apaguen el celular un rato y pasen tiempo de calidad en familia.