
Por Redacción
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La Unión Europea lanzó este miércoles una nueva estrategia de defensa con el objetivo de reducir su dependencia de seguridad de Estados Unidos y fomentar la compra de equipo militar dentro del bloque.
La iniciativa “Preparación 2030” surge en un contexto de creciente incertidumbre, con informes de inteligencia de la OTAN que advierten sobre una posible amenaza rusa en los próximos cinco años.
Mayor inversión en defensa europea
El plan de la Comisión Europea insta a los países miembros a adquirir la mayor parte de su equipo militar de proveedores europeos. Actualmente, aproximadamente dos tercios de las compras de defensa de los países de la UE provienen de empresas estadounidenses. Con la nueva estrategia, aquellos que busquen acceder a financiamiento comunitario deberán adquirir al menos el 65% de su equipamiento de fabricantes dentro de la UE, Noruega o Ucrania.
“La arquitectura de seguridad de la que dependíamos ya no puede darse por sentada”, afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “Debemos comprar más europeo. Porque eso significa fortalecer la defensa europea, la base tecnológica e industrial. Eso significa estimular la innovación. Y eso significa crear un mercado de defensa a nivel de la UE”, agregó.
La medida sigue el modelo de RepowerEU, el plan adoptado en 2022 para reducir la dependencia energética del bloque respecto al gas ruso. Como resultado de esa estrategia, las importaciones de gas desde Rusia cayeron del 45% en 2021 al 15% en 2023.
La estrategia de defensa se presenta en la antesala de una cumbre clave de líderes europeos, donde se discutirán medidas como la flexibilización de restricciones presupuestarias y la creación de un fondo de 150.000 millones de euros (164.000 millones de dólares) para proyectos de defensa.
Restricciones a proveedores no europeos
El nuevo plan también busca limitar la participación de empresas extranjeras en la modernización militar del bloque. Empresas de defensa de Estados Unidos, Reino Unido y Turquía no podrán acceder a los fondos de financiamiento a menos que sus gobiernos firmen acuerdos de cooperación con la UE.
Mientras que Francia ha promovido activamente el concepto de “comprar europeo”, otros países como Polonia y los Países Bajos han mostrado preferencia por la tecnología militar estadounidense.
A pesar de este impulso hacia la autonomía, la estrategia reconoce la importancia de mantener vínculos de seguridad con aliados de la OTAN fuera del bloque, como Reino Unido, Canadá, Noruega, Australia, Japón, Corea del Sur e India.
“Estados Unidos sigue siendo un socio clave, pero ha quedado claro que busca reducir su papel como garante de la seguridad europea”, señala el documento.
Apoyo militar a Ucrania y nuevas prioridades
La estrategia europea también incluye medidas para fortalecer la industria de defensa de Ucrania. Entre los principales objetivos se encuentran la provisión anual de al menos dos millones de proyectiles de artillería, la entrega de sistemas de defensa aérea y drones, y la capacitación de miles de soldados ucranianos cada año.
El recientemente nombrado comisionado de Defensa de la UE, Andrius Kubilius, subrayó la necesidad de que Europa asuma una mayor responsabilidad en su seguridad.
“Los 450 millones de ciudadanos de la Unión Europea no deberían depender de 340 millones de estadounidenses para defendernos”, afirmó.
Las nuevas prioridades de gasto se enfocarán en sistemas de defensa aérea y de misiles, artillería, municiones, guerra cibernética y electrónica, así como en infraestructura estratégica, incluyendo el reabastecimiento en vuelo y la seguridad fronteriza.
Con este nuevo impulso, la UE busca consolidar su autonomía en materia de seguridad y reforzar su capacidad de respuesta ante amenazas externas, en un escenario donde la estabilidad en Europa sigue siendo incierta.