
Por Redacción
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Un informe de la FIFA publicado el lunes destaca las profundas desigualdades que persisten en el fútbol femenino a nivel mundial.
A pesar del crecimiento del deporte, la mayoría de las jugadoras y equipos enfrentan dificultades económicas significativas, con salarios bajos, escasos patrocinadores y ligas que aún no logran ser financieramente sostenibles.
FIFA revela desigualdades en el fútbol femenino
La FIFA publicó su informe anual sobre el fútbol femenino, ampliando su análisis a 86 ligas y 669 equipos en todo el mundo. Los datos, recopilados en seis áreas clave —competencia deportiva, gobernanza, panorama financiero, compromiso de los aficionados, digitalización y condiciones de las jugadoras—, ofrecen una visión detallada de los desafíos persistentes en la disciplina.
El estudio clasificó las ligas en tres niveles según criterios como la presencia de jugadoras en torneos internacionales, el presupuesto de las federaciones nacionales para el fútbol femenino y la existencia de competiciones de alto nivel. Los hallazgos evidencian la disparidad económica entre los equipos, la falta de inversión y la brecha de género en puestos de liderazgo.
Uno de los puntos más reveladores del informe es el salario bruto promedio de las jugadoras a nivel mundial, que se sitúa en $10,900 anuales. Sin embargo, esta cifra está sesgada por 16 clubes de élite que pagan más de $50,000 al año. En contraste, el salario promedio en las ligas de primer nivel es de apenas $24,030, una cantidad inferior al salario digno en muchas regiones.
El informe también destaca la falta de rentabilidad del fútbol femenino. Mientras que las ligas de primer nivel generan un promedio de $4.4 millones en ingresos, sus gastos ascienden a $7.7 millones. En el nivel más bajo, los ingresos promedian $76,000, frente a gastos de $182,000. A pesar del crecimiento en audiencias y patrocinios, los clubes aún luchan por alcanzar la estabilidad financiera.
Falta de inversión y nuevas competiciones
Otro aspecto analizado en el informe es la representación femenina en los banquillos. Solo el 22% de los clubes encuestados tienen entrenadoras, lo que refleja una brecha de género persistente en los puestos técnicos. En términos de visibilidad, el 91% de las ligas de primer nivel cuenta con acuerdos de transmisión nacional, mientras que solo el 32% de las ligas de menor categoría tienen cobertura televisiva.
El patrocinio sigue siendo un desafío. Apenas el 42% de los equipos del tercer nivel tienen un patrocinador principal, en comparación con el 69% en la élite. La FIFA espera que sus nuevas competiciones femeninas impulsen la inversión y mantengan la atención del público.
La entidad anunció recientemente la Copa de Campeonas 2026 y el Mundial de Clubes 2028. La primera contará con la participación de las seis campeonas continentales y se jugará en enero del próximo año. Por su parte, el Mundial de Clubes femenino debutará en enero-febrero de 2028 con 19 equipos.
“Este mes, FIFA anunció los plazos y formatos para dos nuevas competiciones globales de clubes femeninos, que son un hito”, dijo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. “A medida que desarrollamos estos torneos, también es crucial ofrecer información y recursos para que el fútbol femenino siga creciendo sobre bases sólidas”.
Con estas iniciativas, la FIFA busca consolidar el fútbol femenino como un producto atractivo y rentable. Sin embargo, el informe deja en claro que aún queda un largo camino por recorrer para cerrar la brecha económica y garantizar condiciones equitativas para las jugadoras en todo el mundo.