Los colegas de Jimmy Kimmel cierran filas tras la cancelación de su programa

Por Redacción
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Entre ellos, Jon Stewart, Stephen Colbert, Seth Meyers y Jimmy Fallon, quienes dedicaron segmentos de sus programas a respaldar a su colega y cuestionar lo que consideraron un caso de censura.

La decisión de ABC de cancelar el programa, tras un comentario de Kimmel sobre el asesinato de Charlie Kirk, provocó que personalidades de la televisión y de la política sumaran sus voces en defensa del presentador. El debate sobre la libertad de expresión en Estados Unidos cobró fuerza, con acusaciones de presiones políticas y críticas directas a la administración del presidente Donald Trump.

El jueves, Jon Stewart sorprendió a la audiencia al presentar un episodio adicional de The Daily Show, rompiendo el esquema habitual de emisión semanal. Stewart, conocido por su enfoque político y satírico, dedicó 23 minutos a abordar la cancelación de Jimmy Kimmel Live! y la calificó como un reflejo de las tensiones actuales entre medios y poder político.

Con un formato cargado de ironía, Stewart abrió el programa presentándose como un anfitrión “obedientemente patriótico” desde un set diseñado para emular la estética dorada del Despacho Oval. Entre bromas y referencias al estilo de los regímenes autoritarios, satirizó la relación entre la Casa Blanca y los medios. También invitó a la periodista y Nobel de la Paz Maria Ressa, quien presentó su libro Cómo luchar contra un dictador, para reforzar el tema de la libertad de prensa.

Stewart criticó a la administración Trump con sarcasmo, parodiando los discursos del presidente y sus interacciones internacionales. Recordó la confusión de Trump al referirse a Azerbaiyán como “Aberbaiyán” y al situarlo en conflicto con Albania, cuando en realidad se trataba de Armenia. El comediante aprovechó el error para subrayar la falta de precisión en declaraciones oficiales y cuestionar la narrativa del poder.

El presentador también mostró clips de Fox News que minimizaban el ataque al Congreso del 6 de enero de 2021 y otros que negaban el cambio climático. Comparó estas posturas con declaraciones de Trump y sus aliados, destacando la contradicción entre su rechazo al uso de términos como “nazi” o “fascista” y la facilidad con la que empleaban adjetivos similares contra opositores políticos.

En el momento más serio de su intervención, Stewart advirtió sobre los riesgos de la consolidación del poder y la intimidación hacia la prensa, aunque volvió a romper con la solemnidad utilizando el humor.

Su crítica se convirtió en uno de los posicionamientos más extensos y elaborados sobre el caso Kimmel, y reforzó la idea de unidad entre los comediantes nocturnos.

La reacción no se limitó a Stewart. En The Tonight Show, Jimmy Fallon expresó su apoyo a Kimmel y relató cómo incluso su propio padre creyó erróneamente que su programa había sido cancelado. Fallon describió a su colega como “un tipo decente, divertido y cariñoso” y afirmó que esperaba verlo de regreso. En un tono más ligero, intentó abordar temas políticos, pero cada comentario crítico hacia Trump era reemplazado por frases positivas, lo que parodiaba las restricciones de discurso.

Stephen Colbert, cuyo programa finalizará en mayo, dedicó parte de su monólogo a cuestionar la decisión de la cadena ABC y a criticar lo que llamó “censura descarada”. Dirigiéndose a Brendan Carr, jefe de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Colbert reafirmó que su valor principal era la libertad de expresión.

Seth Meyers, desde Late Night, también hizo referencia a las implicaciones de la cancelación de Kimmel. Abrió su programa con un comentario sarcástico, asegurando que siempre había admirado al presidente Trump, para después aclarar que cualquier crítica pasada debía atribuirse a la inteligencia artificial. Meyers compartió mensajes de figuras políticas como Barack Obama y Bernie Sanders, quienes expresaron solidaridad con Kimmel y advirtieron sobre los riesgos para la democracia.

El veterano David Letterman, retirado de la televisión nocturna desde 2015, intervino durante un festival cultural. Señaló que la medida evidenciaba un intento de control de los medios. “No se puede ir por ahí despidiendo a gente porque se quiere quedar bien con la administración autoritaria que está en el Despacho Oval”, afirmó. Recordó que durante su carrera nunca enfrentó presiones gubernamentales por sus críticas a presidentes.

Las declaraciones de Letterman, uno de los referentes históricos de la comedia nocturna en Estados Unidos, dieron mayor peso a las críticas hacia lo que algunos ven como un precedente preocupante en el ámbito mediático.

La suspensión de Jimmy Kimmel Live! se produce en un contexto de tensiones crecientes entre la Casa Blanca y sectores de la prensa y el entretenimiento. El caso ha generado un debate sobre los límites de la sátira, el papel de la comedia en la crítica política y el derecho a la libertad de expresión consagrado en la Primera Enmienda.

Analistas señalan que la decisión de ABC podría tener repercusiones en la industria del entretenimiento, especialmente en los late night shows, que históricamente han funcionado como espacios de crítica política. La reacción conjunta de presentadores como Stewart, Colbert, Fallon y Meyers refleja una inusual cohesión en un género caracterizado por la competencia directa por audiencias.

Mientras tanto, Kimmel no se ha pronunciado públicamente sobre su futuro, aunque sus colegas mantienen la esperanza de que regrese a la pantalla. Para ellos, el caso trasciende la figura de un presentador y se ha convertido en un símbolo del estado actual de la libertad de expresión en Estados Unidos.