Por Agencias
[email protected]
Las autoridades mexicanas dijeron el martes que reubicaron un campamento de migrantes que surgió en un parque en la ciudad fronteriza de Reynosa, trasladando a unas 2,000 personas de Centroamérica y Haití a un refugio en la ciudad, al otro lado de la frontera con McAllen, Texas.
El campamento de migrantes, principalmente de Guatemala, El Salvador, Honduras y Haití, surgió después de los funcionarios estadounidenses, citando la pandemia, invocó una regla de salud (Título 42), que niega a los migrantes la oportunidad de buscar asilo.
El Instituto Nacional de Migración de México explicó que los migrantes fueron llevados cerca de la medianoche del lunes al albergue, y añadió que tendrá mejores servicios de higiene y alimentación.
Pero el miércoles, personas en otra ciudad fronteriza, Nuevo Laredo, dijeron que cientos de migrantes, principalmente haitianos, llegaron a la ciudad, que está al otro lado de la frontera con Laredo, Texas.
Aparentemente, la fiebre por “cruzar” comenzó después de que Estados Unidos comenzó a procesar a algunos solicitantes de asilo en esa ciudad.
El obispo católico de Nuevo Laredo, Enrique Sánchez Martínez, indicó que los refugios para migrantes allí ya están superpoblados, con algunos migrantes durmiendo afuera en tiendas de campaña.
El obispo Sánchez dijo que los inmigrantes comenzaron a llegar a Nuevo Laredo a fines de abril, aunque la ciudad no suele ser popular entre los inmigrantes, en parte porque está dominada por el violento cartel de la droga del noreste.
“Es nuevo para nosotros porque este es el último lugar al que vienen, por las condiciones de nuestra frontera, de nuestra ciudad, que a veces son adversas para los migrantes. Pero desde que abrieron la puerta en Estados Unidos a las solicitudes de asilo, muchos de ellos llegaron en grandes grupos”, explicó el obispo.
Por su parte, Marvin Ajic, director del albergue Casa Nazareth, señaló que alrededor del 16 de abril, las autoridades mexicanas notificaron a los albergues, que Estados Unidos reanudaría el procesamiento de solicitudes de asilo por razones humanitarias.
Así, el gobierno del país del norte había comenzado a permitir el ingreso de más personas, especialmente adultos centroamericanos, para prepararse para la expiración del Título 42 para este 23 de mayo.
Pero un juez federal en Luisiana dictaminó la semana pasada que el gobierno no pudo anular la regla antes de la fecha de finalización.
“Los funcionarios de inmigración (mexicanos) organizaron las cosas con los albergues, y el plan era enviar a la gente que había estado esperando durante mucho tiempo, sin ningún control, básicamente cualquiera”, enfatizó Ajic.
Eso aparentemente llamó la atención de otros migrantes, incluidos los haitianos.
En septiembre, rumores similares provocaron una carrera de unos 15,000 refugiados, en su mayoría haitianos, hacia la frontera de Texas, donde acamparon debajo de un puente.
Los funcionarios de EE. UU. comenzaron deportaciones a gran escala de haitianos, pero permitieron que miles permanecieran en suelo estadounidense.
Por último, Ajic advirtió a los inmigrantes que no llegaran a la frontera y señaló los riesgos.
El lunes, el Instituto Nacional de Migración de México reveló que en lo que va del año ha transportado los cuerpos de 19 inmigrantes del Río Grande, también conocido como “Río Bravo”.