
Por Redacción
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Ucrania se prepara para firmar esta semana un importante acuerdo con Estados Unidos sobre recursos minerales estratégicos, informaron dos altos funcionarios ucranianos bajo condición de anonimato, al no estar autorizados para discutir el tema públicamente.
La ministra de Economía, Yulia Svyrydenko, se encuentra en Washington ultimando los detalles técnicos del pacto, que se prevé será rubricado este miércoles, una vez aprobado por el gabinete ucraniano. Posteriormente, el acuerdo deberá ser ratificado por el Parlamento de Ucrania para su entrada en vigor.
El contenido del acuerdo incluye un pacto central y al menos dos anexos técnicos que delinean la estructura de un fondo conjunto y sus operaciones, según indicaron las fuentes. Kiev, además, habría incorporado modificaciones tras objeciones iniciales que apuntaban a un sesgo en favor de los intereses estadounidenses, especialmente en torno a los elementos de tierras raras.
Aunque no se ha confirmado si la administración Trump está lista para firmar, el expresidente ha declarado en reiteradas ocasiones que quiere acceso a esos minerales a cambio de una mayor asistencia militar a Ucrania en su guerra contra Rusia.
Un funcionario cercano a las negociaciones afirmó que el texto final incluye “más detalles y no solo declaraciones”, lo cual habría satisfecho a la parte ucraniana, aunque aún persiste la esperanza de que no se introduzcan cambios de última hora desde Washington.
Mientras tanto, Rusia continúa sus ataques contra Ucrania. Un ataque con drones rusos en Járkov dejó al menos 45 civiles heridos durante la noche, según autoridades locales. Naciones Unidas advirtió el martes que las bajas civiles en Ucrania han aumentado significativamente en lo que va del año.
Diálogo estancado
Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que el presidente Vladímir Putin apoya un alto el fuego antes de retomar negociaciones de paz, pero advirtió que «aún quedan muchas preguntas y detalles por resolver». A pesar de estar dispuesto a conversar sin condiciones previas, Putin ha exigido respuestas claras antes de cualquier acuerdo.
El presidente Trump, por su parte, ha expresado frustración por la lentitud del proceso de paz. Reiteró que podría poner fin al conflicto “en las primeras 24 horas” de una nueva administración, mientras acusa tanto a Putin como al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, de entorpecer las negociaciones.
Trump ha calificado la guerra como una carga económica y humanitaria innecesaria para Estados Unidos. Funcionarios de su entorno han advertido que la ayuda militar y el respaldo diplomático podrían cesar si no se alcanza pronto una solución política.
Washington presiona por avances
El Departamento de Estado también aumentó la presión este martes. La vocera Tammy Bruce, citando al secretario de Estado Marco Rubio, indicó que “es el momento de presentar propuestas concretas para poner fin al conflicto”.
Bruce añadió que, de no haber avances, Washington podría retirarse del proceso como mediador.
Rusia ha rechazado una propuesta estadounidense de un alto el fuego de 30 días, condicionándolo a que Ucrania detenga su movilización y el suministro de armas desde Occidente. El canciller ruso, Sergey Lavrov, acusó a Kiev de buscar una tregua solo porque está perdiendo terreno en el frente, donde Rusia ha capturado casi una quinta parte del territorio ucraniano desde 2022.
Lavrov también expresó escepticismo sobre las intenciones ucranianas, asegurando que Kiev “no es confiable” y recordando que ambas partes se han acusado mutuamente de violar treguas anteriores.
El más reciente informe de la ONU presentado el martes en Nueva York revela que los civiles ucranianos siguen siendo víctimas de ataques casi diarios. En los primeros tres meses de 2025, se verificaron 2.641 bajas civiles, casi 900 más que en el mismo periodo del año anterior.
Del 1 al 24 de abril, las bajas civiles aumentaron un 46% en comparación con las semanas equivalentes de 2024. La fuerza aérea ucraniana reportó que entre martes y miércoles Rusia lanzó 108 drones Shahed y señuelos contra Dnipro y Járkov.
Simultáneamente, Ucrania continúa con su contraofensiva. El Servicio de Seguridad ucraniano afirmó que un ataque con drones alcanzó una planta de producción militar rusa en la región de Vladímir, al este de Moscú, causando explosiones y un incendio.
La planta, que produce sistemas de ignición para municiones y componentes militares, fue identificada como objetivo por una fuente de inteligencia ucraniana.