La entidad hace una diferencia positiva en el Condado de SB.
Por Carlos Hernández[email protected]
El reloj marca las 1:50 de la tarde, para muchos es un día cualquiera, sin embargo cuando las puertas de los United Boys & Girls Clubs del Condado de SB se abren, para miles de familias en el Condado es un día especial.
No es para menos, ya que ahí los pequeños comprendidos entre las edades de 5 a 18 años, por la simbólica cantidad de $40 al año, tendrán la oportunidad que alguien los cuiden mientras sus padres trabajan, recibirán almuerzo, les ayuden con las tareas escolares, entre otros muchos servicios que presta esta organización sin fines de lucro.
Según Michael Baker, director ejecutivo de la organización con sede en SB, ayudar a familias de escasos recursos es algo con lo que él se identifica y por lo cual sabe de la importancia que esto tiene en el futuro de los niños y jóvenes.
“Crecí muy pobre en condiciones familiares no muy buenas, pero no lo cambiaria por nada del mundo porque me hizo quien soy y eso me ayuda y motiva a ayudar a niños que viven lo que yo viví”, indicó Baker.
Es por ello que el director asegura que actualmente su organización está en un proceso de reestructuración y expansión para poder servir a más personas.
A diario, los seis centros (Carpintería, Westside, Goleta, Campus Point, Lompoc y Camp Whittier) del Boys & Girls Clubs, ayudan a un promedio de 2,500 niños y adolescentes quienes gracias a la ayuda de personal de plaza y decenas de voluntarios, les guían en su desarrollo académico, personal, artístico y físico.
Baker, quien desde que se graduó de la universidad ha trabajado toda su vida profesional, es decir por más de 26 años en Clubs de la entidad, en Nueva York, Nueva Jersey, Washington State y Anaheim, tomó las riendas de la organización desde el 2 de enero de este año.
“En mi vida sólo ha habido dos eventos que sabía estaban destinados en mi vida. El primero fue cuando conocí a mi esposa, porque desde que la vi sabía que me casaría con ella, y el segundo es estar con el Club”, comparte Baker quien tiene una licenciatura en Estudios Afroamericanos.
Y es que el director explica que él nunca tuvo la intención de dejar su empleo como director de los Clubs de Boys & Girls Club de Anaheim, donde trabajó por casi 15 años.
“Jamás había manejado más allá de Los Ángeles, pero vine a SB porque mi hijo fue aceptado en UCSB y venimos a ver la universidad, entonces pasé y visite las oficinas del Club y me dijeron que tenían el puesto de director disponible, aplique y me lo ofrecieron. Cuando llegué me di cuenta que mi ciclo en Anaheim había terminado y era hora de hacer algo grande acá en SB”.
Precisamente uno de los retos para hacer grandes cosas y una diferencia positiva en la comunidad del condado, era la falta de liderazgo en la organización, ya que semana a semana, hasta su llegada, se iban reduciendo los miembros del club.
Según Priscila Hernández, directora del Centro del Westside, Baker es la persona ideal para correr la organización, ya que su liderazgo, ética y experiencia le permiten ver y hacer lo que otros nunca hicieron.
“Es el hombre ideal para nuestra organización, entiende perfectamente las necesidades de la comunidad, presta atención a todos los detalles, tiene mucha visión debido a su experiencia. Ya ha hecho muchos cambios y lo más importante es que ya se ven los resultados positivos”, indicó Hernández.
Por su parte, Jesse González, asistente de la directora del Westside, asegura que los cambios positivos que Baker ha implementado han llegado a poner en orden en la organización, la cual hasta hace menos de seis meses no tenía un rumbo claro y establecido.
“Poco a poco los niños dejaron de venir, acá (señalando la sala principal del edificio) estaba vacío había casi nada, ya no teníamos muchos programas, entonces al ver cosas así los padres dejaron de traer a sus hijos. Ahora desde que Mike está a cargo, las cosas son muy diferentes y mejores, casi hemos doblado el número de miembros”, sostiene González.
Así, de 50 niños y adolescentes que llegaban a diario al club ahora son casi 100, y a nivel de los seis clubs, la cantidad aumentó de 1,700 a poco más de 2,500, eso en tan sólo un lapso de tres meses.
Y es que el director empezó cambiando el personal que “se mostraba desinteresado de la misión de la organización”, así como ahora la sala principal de la que habla el asistente, está llena de mesas de fusball, y de otros juegos de mesa, además los niños y jóvenes pueden acceder a uno de muchos servicios que brinda esta organización.
Entre dichos programas se encuentran los de asistencia con las tareas, recreacionales, de artes, de educación física, y hasta programas de autoestima y liderazgo
Aurelio López, y sus tres hijos son algunos de los cientos de beneficiados, y explica las ventajas que le ofrece llevar a sus dos hijas e hijo al Centro del Westside.
“Me parece muy bien todo lo nuevo que han hecho, se ve que los niños están contentos y quieren venir por todo lo que les ayudan en sus tareas y en otras cosas, que a uno como padre por trabajar, muchas veces no nos queda tiempo de hacerlo”, sostiene López.
HACIENDO LA DIFERENCIA
Una de las claves del rápido aumento de niños y adolescentes beneficiados en el Westside Club es la actitud proactiva y agresiva de Baker, ya que trata de tener una relación más directa con los más necesitados.
“No es posible tener cuatro vans estacionadas sin hacer nada allá afuera, cuando tenemos a ‘Héctor’ y ‘María’ a dos o tres millas de acá que necesitan de nuestros servicios pero que por alguna razón no los pueden traer, por lo que ahora vamos y los traemos al Club porque son quienes necesitan más ayuda”, indicó.
Por si esto fuese poco, la visión de Baker le hizo hacer algo que era sentido común: abrir el Club los sábados.
“No entiendo cómo es posible que durante 18 años el Club nunca abriera los sábados, así que ahora abrimos ese día y ofrecemos servicios de 10 de la mañana a 4 de la tarde”.
Para Baker lo más importante es que los Clubs sean un lugar seguro para todos los niños y jóvenes sin importar su raza, credo, u orientación sexual, donde los papás sepan que acá se les motiva, se les aprecia y se les ayuda a sus hijos a ser mejores personas y ciudadanos productivos.
Así, más de 2,500 niños, son beneficiados diariamente en cada uno de los centros, donde estos son distribuidos en cuatro grupos dependiendo de sus edades.
En cuanto a la composición demográfica de los beneficiados en los seis centros, el 68 por ciento son varones, sin embargo Baker planea que la proporción entre niños y niñas sea la misma.
“Cuando llegué a Anaheim me pasó algo muy similar, y es que allá la mayoría de las familias son latinas, y sé que por razones culturales los padres son más cautos y protectores cuando se tratan de las hijas, sin embargo allá con el tiempo y con nuestro trabajo nos ganamos la confianza de los padres, y esa es precisamente una de mis metas”, indicó el director.
En los seis centros o clubs del United Boys & Girls Club de SB, el porcentaje de latinos es casi el 75 por ciento, es decir casi las tres cuartas partes de los beneficiados.
Para Baker, la clave principal está en que los niños tengan buenos ejemplos y mentores.
“Soy el ejemplo vivo que si hay dedicación y voluntad, uno puede salir adelante y tener éxito en la vida. Lo único que se necesita son adultos que se interesen en uno, y ellos siempre existen, la clave es encontrarlos y eso fue lo que hice… el ejemplo positivo de los mayores es vital para que un niño tenga éxito en su vida”.
ALIMENTANDO A CIENTOS
En el caso del Westside Club los miembros latinos son el 95 por ciento, y el 97 por ciento de ellos reciben comida gratis o en descuento en sus escuelas, es decir, sus familias viven bajo el nivel de la pobreza, y algo que para Baker y su organización significa una gran necesidad.
Baker comparte una situación triste, difícil de asimilar y que a cualquiera le partiría el corazón… algo que cientos de familias latinas del condado viven a diario, como es la falta de alimentos.
De acuerdo al director muchos en la Ciudad aún no terminan de creer la problemática, la misma que se da principalmente los fines de semana y los fines de mes.
“Hemos pesado niños los viernes a las 6 de la tarde cuando se van a sus casas y los volvemos a pesar el lunes que regresan pesando significativamente menos. Posiblemente en sus casas, si es final de mes, sólo comen una vez al día, no hay dinero porque estas familias viven de asistencia social”, indica.
Baker sabe por experiencia propia esa dura realidad.
“Sé exactamente que es irse a la cama hambriento, yo viví de niño de asistencia social, por eso me identificó con estos niños y sus familias y es lo que me motiva a ayudarlos”, sostuvo.
A pesar que no cumplía ni dos meses en su puesto Baker se dio a la tarea de encontrar una solución ante la triste situación, así y gracias a que “con poco hace mucho” fue a tocar la puerta al Superintendente del Distrito Escolar de SB, Steve Cash.
“Me reuní con él, le explique la situación y no dudo en ayudarme, me refirió con Nancy Weiss directora de Servicios Alimenticios del Distrito, quien me comentó de un proyecto piloto de comida gratis que llevan a la escuela Franklin y me lo ofreció”.
Así es como desde el 2 de marzo pasado, ‘El Mobile Café’, llega y se estaciona de 4:00 p.m. a 7:00 p.m., cinco días a la semana en las afueras del Club del Westside para brindar alimentos gratis.
De acuerdo a Isidro Duarte, encargado del “camión café”, no sólo sirven a niños y jóvenes miembros del club, “sino que a todo menor de 18 años que desee comer, así como a sus padres”.
“La comida para los niños es gratis para todos, y los padres de familia o cualquier otro adulto sólo tiene que pagar $4 por plato. Nuestro menú es variado, no servimos lo mismo dos días seguido y además es muy nutritivo y saludable”, indicó Duarte.
Beatriz Esparza, es una de las residentes del área y que cada tarde llega a traer a sus dos nietas, quienes al salir disfrutan de la comida del Café.
“Estamos muy agradecidos con el Club y su director, porque esto es increíble, nunca había visto algo tan beneficioso para toda la comunidad, comida gratis a todos los niños es algo maravilloso”, comparte con alegría y entusiasmo Beatriz.
Por su parte Abraham Bonilla, quien lleva también a sus dos hijos, dice que el hecho de tener a los niños comidos para la hora de la cena, no sólo les ahorra dinero, sino que también tiempo, y mejora la calidad de vida de todos en la familia.
“Al llegar comidos o con la comida ya hecha, permite que los niños se tomen un baño, se relajen y compartan más tiempo con nosotros en familia. Sin duda esto está haciendo un gran cambio en nuestra comunidad y algo que deberían otras organizaciones imitar”, sostiene el padre de familia.
De acuerdo a Duarte, cuando empezó el programa hace cuatro semanas, sólo se repartían entre 100 a 125 platos a diario, ahora tienen un promedio de 200, con días donde se ha llegado a distribuir hasta 225 porciones.
Por si fuese poco, la comida aunque el Café no llegue siempre está disponible para los cientos de niños.
Los sábados el personal del Distrito Escolar lleva cerca de 400 sándwiches los sábados, para los niños que llegan al Club.
Por último Baker, en tono humilde, dice que su labor y esfuerzo no es cosa de otro mundo, pero que su éxito recae en tener una actitud positiva.
“He tenido un Club en un Shopping mall, en trailers, sin agua potable, y aún así salimos adelante, y es que veo las cosas positivas. Me pueden poner en la peor situación y veo como solucionar las cosas. Mucha gente me pregunta, como es posible que pueda hacer eso, les dijo que en mi vida no sabré muchas cosas, pero algo que si sé, y muy bien, es como administrar un Boys & Girls Club”, finaliza Baker. ν
Para mayor nformación sobre el United Boys & Girls Club del Condado de SB, por favor llamar al, 805.966.2811 o ir a la página virtual www.unitedbg.org