
Por Redacción
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La ley de inmigración de Estados Unidos contempla una normativa que impone un castigo de 10 años a personas que hayan permanecido de manera ilegal en el país durante más de un año y luego salgan del territorio estadounidense.
Esta disposición impide su reingreso por una década, lo que puede afectar a miles de inmigrantes que buscan regularizar su estatus o que enfrentan procesos de deportación.
¿Cómo funciona la ley de los 10 años?
El gobierno de EE.UU. define la “presencia ilegal” como el tiempo que una persona pasa en el país sin haber sido admitida formalmente o sin contar con una autorización de ingreso válida. También se considera ilegal la estancia después de la fecha límite establecida en el Formulario I-94, el documento que otorga a los visitantes un período de permanencia en territorio estadounidense.
Según la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA, por sus siglas en inglés), la acumulación de presencia ilegal puede llevar a que una persona sea considerada inadmisible si se cumplen ciertos criterios. La disposición conocida como “castigo de los 10 años” está estipulada en la sección 212(a)(9)(B)(i)(II) de la INA y se aplica cuando un inmigrante ha permanecido en EE.UU. de manera ilegal durante un año o más en una sola estancia a partir del 1 de abril de 1997, ha salido o ha sido deportado del país bajo cualquier disposición de la ley e intenta ingresar nuevamente a EE.UU. dentro de los 10 años posteriores a su salida o remoción.
El periodo de prohibición comienza desde el momento en que la persona abandona el país o es removida por las autoridades. Esta normativa afecta tanto a quienes salieron voluntariamente como a quienes fueron deportados durante un proceso de remoción.
Impacto en los inmigrantes indocumentados
La ley de los 10 años representa un obstáculo para aquellos inmigrantes que buscan regularizar su situación pero no pueden hacerlo dentro del país. En muchos casos, deben salir de EE.UU. para completar su trámite en el extranjero, lo que los expone al riesgo de no poder regresar durante una década.
Elizabeth Uribe, abogada de inmigración en Uribe & Uribe APLC, explica que esta normativa es una de las razones principales por las que muchos inmigrantes evitan salir del país, incluso cuando tienen familiares ciudadanos que podrían ayudarlos a obtener la residencia. Según la especialista, muchas personas que tienen hijos ciudadanos estadounidenses mayores de edad no han podido regularizar su estatus porque si salen al extranjero no podrán regresar hasta cumplir los 10 años fuera del país.
Sin embargo, la ley permite ciertas excepciones. Para calificar a un perdón por presencia ilegal, el solicitante debe demostrar que su salida del país causaría dificultades extremas a su cónyuge, madre o padre que sean residentes legales o ciudadanos estadounidenses. Uribe explica que el perdón es básicamente una solicitud al Departamento de Seguridad Nacional para que autorice la residencia sin necesidad de salir del país y esperar los 10 años. No todos califican, ya que deben tener un familiar directo con estatus legal en EE.UU.
Exenciones provisionales y alternativas
Desde 2013, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS) permite a ciertos solicitantes de visa de inmigrante presentar una exención provisional antes de salir del país para su entrevista consular. Esta medida está disponible para familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses, como cónyuges, hijos y padres.
Las personas que hayan acumulado más de 180 días de presencia ilegal pueden solicitar una exención de inadmisibilidad antes de salir de EE.UU. Esto evita que se aplique automáticamente la restricción de reingreso impuesta por la INA.
No obstante, en la mayoría de los casos, los solicitantes deben esperar a su entrevista en el consulado estadounidense en su país de origen para que un oficial determine si califican para la exención. Si la solicitud es rechazada, el inmigrante no podrá volver a EE.UU. hasta que se cumpla el período de 10 años.
Bajo la administración de Donald Trump, las políticas de inmigración se endurecieron significativamente, lo que llevó a un aumento en las deportaciones y en la aplicación estricta de la ley de los 10 años. La incertidumbre en torno a cambios en la normativa migratoria ha hecho que muchos inmigrantes eviten salir del país, incluso si tienen una vía para la regularización.
Aunque existen opciones como las exenciones provisionales, el proceso sigue siendo complejo y requiere asesoramiento legal especializado. Para miles de inmigrantes indocumentados, la ley de los 10 años representa una barrera difícil de superar en su camino hacia la residencia legal en EE.UU.