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Celebrando las fiestas navideñas con tradiciones de generaciones

Por Luis A. Cervantes
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En cada diciembre no solamente llegan las frías noches de invierno, también llegan oleadas de calor fraterno, las salas de las mayorías de las casas se transforman en lugares increíbles, llenos de magia y nostalgia.

Frondosos árboles naturales o artificiales adornados con esferas, colguijes y luces, medias de regalos colgadas de la chimenea, diferentes tipos de arreglos navideños completan la decoración y en una clara muestra de mezcla de culturas también se pueden encontrar los tradicionales nacimientos navideños.

Las puertas de las casas se engalanan con hermosas y creativas coronas navideñas, figuras navideñas inflables adornando las yardas, series de foquitos navideños trepan por palmeras y árboles del jardín creando espectaculares postales luminosas, mientras las notas de canciones y villancicos rompen el silencio del vecindario al caer la noche.

Todos estos presagios anuncian la llegada de la Navidad, quizás la época del año donde la magia y la realidad se entrelazan, para intentar despertar en las conciencias y corazones de las personas los sentimientos de fraternidad, invitándolos a regresar a sus orígenes, recordándoles que lo importante no es lo individual si no lo colectivo.

Es más feliz el lobo que camina en manada que el que recorre las veredas en solitario; Los seres humanos que así lo entienden se olvidad de las diferencias y aunque sea por una noche hacen a un lado las diferencias, problemas y desventuras que vivieron durante el año.

Las personas de buen corazón buscan reunirse con familiares y amigos para compartir y pasar buenos momentos, pero eso si cada familia tiene sus propias tradiciones, a continuación, algunas familias de la Costa Central, nos compartieron en el seno de sus hogares como es que ellos se preparan y celebran estas festividades.

FAMILIA ROBLEDO

Federico Jr, Cinthya, Cesar y Ulises, son los cuatro integrantes de la familia Robledo, que por azares del caprichoso destino hace 12 años llegaron a Santa María, enamorándose inmediatamente de la calidez de su gente, el clima y su tranquilidad.

Desde hace 5 años decidieron esmerarse en adornar el frente de su casa con luces de colores y con un enorme y hermoso reno luminoso. 

“El adornar nuestra casa con motivos navideños es una actividad que disfrutamos hacer, nos une como familia, ya que los 4 participamos, colocar las extensiones de luces y adornos es un trabajo en equipo que nos une”, comentaron César y Ulises los jóvenes de la familia.

Por su parte su esposa, Cynthia, indica que para ella la época navideña es de sus preferidas, sino la que más le gusta de todo el año, ya que cree que une a todos, algo que le produce un poco de melancolía.

“Especialmente en estas fechas me recuerdo de todos los buenos momentos que viví en mi pueblo durante mi infancia, lo que hace que extrañe con más ganas a mis padres y hermanos que están en México. Algunos años si vamos a visitarlos para estas fechas, pero como este año que no, pues si se siente ese aire de nostalgia”, fueron las palabras de Cinthya.

Al mismo tiempo, indicó como la comida juega un papel primordial en las celebraciones de la familia Robledo, ya que acostumbra reunirse con la familia de una hermana que vive cerca, además de algunos buenos amigos para compartir una buena carne asada.

“Aunque según platicamos este año el menú serán tacos de cachete, tripa, lengua, labio, hígado encebollado y papas con longaniza”, indica.

Mientras tanto, Federico también asegura que no faltarán para estas celebraciones el clásico e imprescindible ponche caliente de frutas, con caña, ciruela pasa, manzana, canela, tejocote, guayaba y piloncillo.

“Por su puesto también llevará su toque de mezcal, como debe de ser para calentar la sangre, ya después un buen tequila o mezcal para velar en espera del nacimiento del Niño Jesús”, comparte Federico.

TRES FAMILIAS EN UNA

También nos abrieron las puertas de su casa las familias Cervantes González, Beltrán Cervantes y Cervantes López, las tres son partes de una sola y muy unida familia, en la cual se acostumbra reunirse las generaciones para preparar y celebrar las festividades navideñas.

Los rituales navideños empiezan a finales de noviembre con colocar y adornar el árbol de navidad, que este año fue con esferas doradas y flores rojas de noche buena, y por supuesto conservar la tradición de poner el Nacimiento a la usanza mexicana.

Sobre una cama de heno y musgo, el pesebre con los santos peregrinos hacía el cual Melchor, Gaspar y Baltazar, los Tres Reyes Magos encaminan sus pasos para llevar regalos al Niño Jesús, el Ángel de la guarda, los pastores, el ermitaño, borreguitos, el buey, la vaca y la mula, ah y los peces en el riachuelo no pueden faltar, así como el malicioso diablito ocultándose por ahí.

Doña Soledad González, la abuela de la familia, compartió cual sería el menú para la cena de navidad de este año.

“Pues será un rico pozole al mero estilo jalisciense, tostadas raspadas de carne, papa y panela, tamales de mole verde, mole rojo, rajitas con queso y de dulce. Atole de piña, champurrado y agua fresca de horchata serán el complemento perfecto para acompañar una buena cena familiar”.

Luis el hijo mayor comentó también habrá una botella de sidra para brindar después de la cena y claro no faltaran unas cuantas botellas de tequila para unos ricos cantaritos, “para pasar un buen rato familiar”.

Los nietos y pequeños músicos de la familia, Ponchito y Noé comentaron que ya tienen bien ensayadas las tres canciones navideñas en el piano y saxofón.

La tradición es algo que para estas familias es de vital importancia, como explica Don Enrique, ya que para ellos representa un legado familiar que va de generación en generación que lleva más de 50 años.

“Lo primero es rezar el rosario, después los hombres salimos de la casa para tocar a la puertas y pedir con canticos posada. Cuando suenan las 12 de la noche nos damos el abrazo para expresarnos el amor que sentimos por los demás y al final mi esposa saca al Niño Dios lo coloca en una bandeja sobre una cama de heno, rodeado de dulces tradicionales como caramelos y colaciones, para dárselo a besar a todos los presentes, antes de acostarlo en el nacimiento”, recalcó Don Enrique.

Finalmente Alejandra una de las hijas, aseveró que los postres también son algunas de las “estrellas” del menú de Noche Buena.

‘Soy la de los postres, buñuelos de piloncillo y buñuelos azucarados de molde, es lo tradicional, pero este año también voy a calarme a hacer un volteado de piña”, indicó Alejandra.

FAMILIA HERNANDEZ: CON LA TRADICIÓN JAROCHA

Originaros de Veracruz, una familia de tres hijos (ya casados), un yerno de Michoacán, otro de Jalisco y la nuera de Oaxaca.

“Aquí yo soy la que cocino, así que la barbacoa de borrego será al estilo veracruzano”, comentó Doña Bertha.

También compartió que desafortunadamente, este año, una de sus hijas y uno de los yernos les va a tocar trabajar el 24 de diciembre

“Así que seguramente llegaran tarde para cenar, pero lo importante es que al final de la noche estaremos todos juntos. Y no nomas la familia, también tendremos tres vecinos, que desafortunadamente estos muchachos están aquí solos y como no tienen papeles, pues no pueden ir a México, ni a Centroamérica, a visitar a sus familias”, indicó

Pero Doña Bertha, confiesa que les da ánimo en esta época de nostalgia para muchos inmigrantes que están en la misma situación que sus invitados.

“Les digo que piensen que el sufrimiento vale la pena, porque yo sé que su objetivo es hacerse de un patrimonio para al final poderle dar un mejor nivel de vida a los suyos. Entiendo perfectamente por lo que ellos están pasando, pues me acuerdo de recién que nosotros llegamos de indocumentados a Estados Unidos, hace ya casi 40 años, tuvieron que pasar 7 años para poder regresar por primera vez a ver a los viejos”, recuerda con nostalgia la madre y abuela.

Así que como para su familia es una época de bondad y de dar sin esperar nada a cambio, es que están ansioso por tenerlos en la cena de Noche Buena.

“Les dije que los esperamos a cenar muchachos y echarnos unas cervezas y no aceptare un ‘no’ como respuesta”, terminó diciendo la Doña.

La sexagenaria también indicó que así como la Noche Buena ya está a la vuelta de la esquina, donde no importa cuales sean las creencias religiosas, lo que importa es que se trata y se celebra una época para dar y compartir, “así que tampoco es de olvidarse de los desamparados”.

“Si tu capacidad económica y tu corazón te lo permiten, saca esas viejas chamarras de tu closet, arma unos cuantos platos de comida y encuentra un pequeño espacio de tiempo para repartirlos entre los desamparados. Ayúdalos a recordar que a pesar de la adversidad no están solos”, finalizó.