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Condado de Ventura crea el primer Centro de asistencia laboral en el país para campesinos

Por Víctor Rosas
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Para ningún residente del Condado de Ventura sería innegable la importancia que el sector agrícola juega en la economía del mismo.

Las ciudades de Oxnard, Ventura, Santa Paula, Filmore y Piru, dependen en un alto porcentaje para su sustento económico del sector agrícola.

Miles de personas son empleadas cada año en los campos aledaños a estas ciudades, y miles de millones de dólares son producidos a través de la siembra, cosecha y procesamiento de verduras, fresas en Oxnard y cítricos en el área de esas ciudades.

También durante años, el conflicto entre los trabajadores y los propietarios de las plantaciones ha existido.

Por un lado, los dueños se quejan de las regulaciones, las cuales juzgan son excesivas por parte del gobierno, así como de los altos salarios e impuestos que tienen que pagar, aunado al costo del agua que ha aumentado drásticamente en las últimas temporadas debido, entre otros factores a las sequías que ha experimentado la región, y para rematar a la falta de mano de obra que ha ocasionado que se incremente el costo de la misma.

Por su parte, los trabajadores se quejan de que los patrones, o empleados de confianza de los mismos, los maltratan, los acosan verbalmente, les roban el salario, al no pagarles tiempo extra o contar de menos el trabajo realizado.

Por ejemplo, les cuentan de menos las cajas de fresa que pizcan al día.

Las mujeres incluso se quejan de constante acoso sexual por parte de mayordomos y capataces.

“Por muchos años, recibimos estas quejas de los trabajadores, y también de los patrones”, afirma John Zaragoza, Supervisor del Quinto Distrito del Condado, por lo que en una junta de la Mesa de Supervisores del Condado, se decidió que deberíamos tomar medidas para remediar esta situación”, añade Zaragoza.

UN ESFUERZO DE MESES

Así, el Supervisor y sus colegas se dieron a la tarea de formar un comité que incluyera miembros de ambas partes, para ver si era posible llegar a un acuerdo que satisficiera a ambas partes y alcanzar una solución a este problema, que tiene muchas implicaciones en la vida económica y social del Condado..

“El 22 de septiembre de 2017, se dio la primera junta de este comité, que estaba integrado por ocho miembros, cuatro representantes de los dueños, y cuatro representantes de los trabajadores”, comenta la Oficial Ejecutiva Adjunta de la Oficina del Ejecutivo del Condado Rosa González, quien tuvo como función, asistir y facilitar la formación de dicho comité y fijar fechas de las reuniones.

“Desde el principio, contrario a lo que hubiera podido esperar, las dos partes recibieron la propuesta con entusiasmo, y decidieron reunirse por primera vez, para empezar con las pláticas”, indicó.

González, comenta que después de esa reunión se acordó otra mas en el mes de octubre, sin embargo, las pláticas se vieron bruscamente interrumpidas por el “Incendio Thomas”.

Las pláticas se suspendieron por el resto del 2017, pero se retomaron este año.

Los ocho miembros del comité, por parte de los patrones son: Yissel Barajas, de la compañía Ritter, Ellen Brokaw, vicepresidente de Brokaw Ranch Company, Dave Murray, de Andrew & Williamson y Danny Pereira del Buró de Agricultura del Río. Por parte de los trabajadores estuvieron, Jessica Arciniegas, de la Mesa de Relaciones Agrícolas Laborales, Natalia Ospina, de la Oficina de Asistencia Legal Rural de California, Juvenal Solano activista del Proyecto Indígena Mixteco (MICOP), y Lucas Zucker vicepresidente de la organización CA– USE.

De acuerdo a González fueron un total de 14 reuniones en las cuales, se presentaron propuestas, ideas, se discutieron los principales tópicos que originaron las mismas, como la creación de un centro que independiente que pudiera atender las quejas de los campesinos, pero que además, tuviera la capacidad de darle seguimiento a estas y demandas de los mismos.

“En el pasado, los campesinos no tenían un lugar, donde ellos pudieran tener los recursos para poder poner una queja, y después, poder darle seguimiento hasta que el trabajador obtenga una respuesta, pero eso está a punto de cambiar”, adujo la ejecutiva.

Durante todas las juntas, se contó con intérpretes que tradujeran, tanto al español, como al mixteco, todos los diálogos que se estaban llevando a cabo, para que el público, en su mayoría campesinos, que asistían a las reuniones, pudieran enterarse de lo que estaba sucediendo de una manera transparente.

Por su parte, Solano asegura sentirse siente optimista de que los trabajadores del campo del Condado de Ventura, tendrán un lugar que será llamado “Centro de Recursos para los Trabajadores del Campo”, donde no sólo podrán presentar quejas, sino que, tendrá personas, que los podrán atender en español y sobre todo, en mixteco.

El líder comunitario afirma que cerca de 20,000 indígenas provenientes de los estados mexicanos de Oaxaca, Guerrero y Puebla, residen en el Condado de Ventura, de los cuales, la gran mayoría, aunque algunos hablan español, prefieren y se pueden comunicar mejor en su lengua originaria, el mixteco.

Ante esto, el hecho de contar con personal que los pueda atender, en diferentes lenguas, será de gran ayuda para mejorar las condiciones laborales y económicas para estas personas, que mayormente laboran en los campos del condado de Ventura.

Durante sus años como líder comunitario trabajando con la población indígena en MICOP, Solano asegura darse cuenta de lo difícil que es para los campesinos, acudir a una oficina gubernamental a buscar ayuda o poner una queja, por la barrera del idioma.

“El campesino se siente intimidado porque no se puede expresar en inglés, y cuando en las oficinas de gobierno no cuentan con personal que hable en español, ellos prefieren aguantar el problema y se quedan callados, pero eso los hace vivir en condiciones más difíciles”.

UNICO EN CALIFORNIA Y ESTADOS UNIDOS

Esta es la primera vez que un gobierno local se involucra de lleno para proteger y asistir a los derechos de la comunidad campesina.

Así, el 30 de agosto marcó la reunión final de las 14 que dio como resultado la implementación de un ambicioso programa, único no sólo en el sur de California, ni siquiera en todo el estado, sino en todo el país.

Para González y Zaragoza, el innovador proyecto están seguros que será de un impacto positivo y esperan sirva como modelo, en todas aquellas regiones en las cuales, la agricultura sea de importancia económica y social, para así limar las asperezas entre las partes involucradas y pavimentar una ruta hacia el progreso y el bienestar tanto de patrones como de trabajadores.

“Sí, es un programa ambicioso, no hay otro igual en todo Estados Unidos, esperamos mucho del mismo”, afirma con orgullo González.

Es por ello que la Mesa de Supervisores ha destinado una partida de recursos económicos que ascienden a $207,706 mil dólares para financiar el primer año del programa.

González explica que a un mes de la fecha del aniversario del proyecto los responsables de la Oficina de Recursos Humanos del Condado realizarán una presentación con datos recopilados en todo el año, para mostrar a la Mesa de Supervisores los logros alcanzados, y así conseguir los fondos para que siga funcionando el programa al menos un año más.

“Estamos confiados que muchas personas harán uso de los servicios del Centro, sobre todo porque tenemos el apoyo y la participación de MICOP”.

La Oficina de Recursos humanos del Condado harán una campaña muy agresiva para difundir la existencia del Centro y sus servicios.

“Además acudiremos a los campos de cultivos a informar a los campesinos del programa y que está para ayudarles. Sabemos que es un grupo que por lo pesado del trabajo, sus horarios no son los convencionales ni están conectados a redes sociales mucho tiempo como la mayoría de la población, por eso iremos directamente donde ellos estén”, indica la ejecutiva.

METAS CLARAS

Para Gonzáles el objetivo primordial del programa es que los campesinos sean por fin asistidos y no ignorados.

“La meta es que estos miembros sean por fin visibles a la comunidad y que sepan que tienen derechos como cualquier otra persona en el Condado”, enfatiza González.

El programa tendrá dos empleados a tiempo completo, con horarios flexibles, puesto que estarán, por lo menos en los primeros meses, acudiendo directamente donde están los campesinos, ya sea trabajo, eventos comunitarios o vecindarios de residencia.

González explica que aún no se tiene la fecha exacta del lanzamiento e inauguración del proyecto, ya que actualmente se está en el proceso de reclutamiento para las dos posiciones de las personas que lo tendrán a cargo.

“Luego de contratar a los dos empleados, se les dará un entrenamiento, y esperamos que el programa empiece a funcionar a principios de 2019”, manifiesta la ejecutiva.

Los interesados a estas posiciones pueden hacerlo en el sitio virtual del Condado donde pueden aplicar en línea, o sino acudir a la Centro de Gobierno de Ventura.

También organizaciones como MICOP y otras que luchan por los derechos de campesinos tendrán aplicaciones para las posiciones.

Así la misión del Centro es: ser un puente para crear un ambiente de confianza mutua entre las partes, asistir a los trabajadores agrícolas en la resolución de problemas y conflictos en el lugar de trabajo, y a la vez referirlos a las agencias gubernamentales correspondientes en caso necesario.

Otras de sus metas son asistir a los trabajadores para que puedan comprender las leyes laborales existentes y cómo los pueden proteger, proveer servicios que les den ventajas para aprovechar los recursos existentes, promover y mejorar la reputación de la industria agrícola en el Condado de Ventura y por último, y como derivado de lo anterior, atraer campesinos al Condado para que desarrollen esta importante labor en el mismo.

La sede principal del Centro de Recursos estará localizado en la ciudad de Oxnard, en el 1400 Vanguard Drive, en Oxnard, además tendrán dos oficinas satélite, una en el Santa Paula Comunity Center en el 725 E. Main St en Santa Paula y otra en el 828 Ventura Street en la ciudad de Filmore.

Solano, también comenta que con la implementación de este programa, los campesinos se verán beneficiados, sobre todo, en el que él considera el problema mayor: robo de salario.

“Este es una problemática que no tiene una fácil solución, porque para los campesinos es difícil poder comprobar que tienen la razón”, asegura el líder.

El robo de salario se da, sobre todo, cuando en la recolección de fresas, ya que llevan el conteo de las cajas que han “pizcado” de una forma muy rudimentaria, algunos, simplemente tienen un contador que aprietan cada vez que ellos se levantan para ir a dejar una caja a la mesa, y así lo hacen durante días.

El problema surge al final de la semana, cuando tienen un conteo oficial por parte del capataz o la persona encargada de la plantación, donde casi en todas las ocasiones hay diferencias.

Estas parecieran menores, a los trabajadores les faltan de entre $10 a $15 dólares al día, pero que al final de la semana, les terminan faltando $50, $60 dólares, y esa es una cantidad vital para la economía de dichas familias, esos $60 dólares significan la comida de 2 o 3 días para todos.

Otro problema frecuente, comenta Solano, sucede cuando el patrón no cumple con las condiciones laborales que exige la ley en California, por ejemplo el abastecimiento de agua potable, lugares adecuados de descanso o baños limpios.

“Hace unos días, me llamaron unos trabajadores de un rancho que se ubica a la salida de Ventura, quejándose de que los baños estaban en muy malas condiciones, entonces hablé a la agencia de Cal Osha que corresponde, sin embargo, han pasado varios días y no hemos recibido una respuesta. Espero que esta situación cambie cuando haya personal en el centro de asistencia pueda dar seguimiento a cada uno de estos asuntos”, finaliza esperanzado el líder comunitario.