
Por Redacción
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Un dron armado con una cabeza explosiva impactó en la madrugada del viernes la cubierta exterior de la planta nuclear de Chernóbil, en Ucrania, perforando la estructura y provocando un incendio que fue controlado poco después.
Kiev responsabilizó a Rusia del ataque, mientras que el Kremlin negó cualquier implicación.
La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) informó que el impacto no comprometió la contención interna de la planta y que los niveles de radiación en la zona permanecen normales. Sin embargo, el incidente generó nuevas preocupaciones sobre la seguridad de las instalaciones nucleares en el país, en un contexto de guerra que ya ha dejado múltiples ataques contra infraestructura energética crítica.
Preocupaciones sobre la seguridad nuclear

El ataque contra Chernóbil ocurre en un momento de intensos combates en Ucrania y reaviva el temor de una posible catástrofe nuclear. La planta, clausurada desde el desastre de 1986, se encuentra bajo estricta supervisión internacional debido a los residuos radiactivos que aún alberga.
Desde el inicio de la guerra, instalaciones nucleares como la planta de Zaporiyia, la más grande de Europa, han sido blanco de ataques con drones y artillería, aunque hasta ahora sin daños significativos que pongan en riesgo su operación.
La AIEA confirmó que su equipo en Chernóbil escuchó la explosión y fue informado del impacto de un dron en la estructura de protección externa. No obstante, evitó señalar directamente a un responsable del ataque.
Rusia rechaza las acusaciones
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó que Rusia haya atacado la planta y calificó las acusaciones de Kiev como una “operación de bandera falsa” destinada a desacreditar a Moscú en medio de los intentos de negociación para poner fin a la guerra.
“No hemos llevado a cabo ataques contra infraestructura nuclear ni lo haremos. Cualquier afirmación en ese sentido es falsa”, declaró Peskov en una conferencia telefónica con periodistas.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, describió el incidente como un acto “temerario” de Ucrania y recordó que Moscú fue parte del esfuerzo internacional para construir la estructura de protección que ahora resultó dañada.
El impacto del ataque en la estrategia internacional
El ataque con dron se produce dos días después de que el expresidente de Estados Unidos Donald Trump anunciara su intención de reunirse con su homólogo ruso Vladímir Putin para discutir un posible acuerdo de paz. La decisión generó inquietud en Kiev, que teme quedar al margen de las negociaciones, y en los gobiernos europeos, que insisten en que cualquier diálogo debe incluir a Ucrania.
Mientras tanto, el ejército ucraniano sigue resistiendo la ofensiva rusa en múltiples frentes, aunque enfrenta crecientes dificultades debido a la superioridad militar de Moscú y a la necesidad urgente de más apoyo occidental.
El jefe de la Oficina Presidencial de Ucrania, Andrii Yermak, adelantó que su gobierno presentará un informe detallado sobre el ataque en la Conferencia de Seguridad de Múnich, con la esperanza de reforzar su caso ante la comunidad internacional.
Estructura dañada, pero sin riesgo inmediato

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy afirmó que el dron ruso transportaba una cabeza explosiva de alto poder y que su impacto abrió un agujero en la cubierta exterior de la planta. También provocó un incendio en un garaje de mantenimiento, que dañó parte del equipo técnico.
La estructura afectada, una masiva cúpula de acero y concreto de 40.000 toneladas construida en 2016, recubre la contención de hormigón original erigida tras el desastre de 1986. Su propósito es evitar la liberación de radiación y proteger los restos del reactor dañado.
Pese a los daños, el director del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio en Kiev, Oleksandr Kharchenko, aseguró que “no hay un peligro inmediato para la instalación ni riesgo de fuga radiactiva”.
Reacciones de la comunidad internacional
El director de la AIEA, Rafael Grossi, expresó su preocupación en la red social X, donde afirmó que el ataque y la creciente actividad militar cerca de la planta de Zaporiyia “subrayan los persistentes riesgos de seguridad nuclear” en Ucrania.
La AIEA destacó que su personal en Chernóbil respondió en cuestión de minutos tras la explosión y confirmó que los niveles de radiación en la zona “permanecen normales y estables”.
Zelenskyy, en tanto, reiteró su llamado a que la comunidad internacional aumente la presión sobre Rusia. “El único país en el mundo que puede atacar instalaciones nucleares, ocuparlas y usarlas como herramienta de guerra es la Rusia de hoy”, afirmó el mandatario.
“Esto es una amenaza terrorista para el mundo entero, y Rusia debe rendir cuentas por sus acciones”, agregó.
El ataque con dron contra la planta de Chernóbil vuelve a poner en el centro del debate la seguridad nuclear en Ucrania, un país que ya ha sufrido en el pasado las devastadoras consecuencias de un desastre radiactivo. Mientras la comunidad internacional analiza las implicaciones del ataque, las autoridades ucranianas insisten en la necesidad de mayor apoyo para evitar nuevos incidentes que podrían poner en riesgo la estabilidad de la región.