

Que hermosa es la vida que te da la oportunidad de volver a empezar cada día, como ya es tradición, cada inicio de año, es tiempo de pensar en propósitos y resoluciones.
Este tema se ha vuelto menos popular al pasar de los años, hay muchas personas que no quieren hacer propósitos porque saben que no los van a cumplir.
En enero, vemos a personas corriendo en el parque, haciendo ejercicio, pero pasan algunos días y ya no los volvemos a ver, nos atrapa la rutina del trabajo, la escuela y nos olvidamos de la promesa que hicimos para mejorar.
Aunque desanima el no poder llevar a cabo nuestras metas, no es razón, ni motivo para no realizarlas.
Es importante hacer una pausa, analizar lo que hemos vivido y pensar en áreas en las que queremos crecer y mejorar.
Aunque los propósitos solo duren unas semanas o meses, vale la pena intentarlo.
Es recomendable hacer propósitos específicos, no generales. Es preferible decir voy a perder 5 libras en lugar de decir voy a perder peso.
Voy a caminar 2 veces por semana en lugar de voy a empezar a caminar, voy a ahorrar dinero, es muy general, por eso es mejor hacer el propósito de ahorrar $20 dólares cada semana.
Hacer propósitos muy generales o poco realistas es el principal motivo por el que no los llevamos a cabo.
Otro motivo es que se nos olvida, anote su propósito en un papelito y póngalo en un lugar visible como en el refrigerador o en el espejo del baño.
Si es muy personal, anótelo en su celular u otro lugar más privado pero accesible donde lo pueda ver constantemente para acordarse.
Si falla, no se desanime, puede volver a empezar cualquier día, no tiene que ser el primero de enero.
Por ejemplo, si mi propósito es perder peso y fui a una fiesta y comí de todo, no quiere decir que ya me voy a dar por vencida, puedo comenzar al día siguiente.
También le recomiendo pensar en un propósito personal y otro para toda la familia.
Algunas ideas son, no usar el celular a la hora de comer, hacer juegos en familia como lotería, rompecabezas, monopoly etc., no tomar soda una o dos veces por semana, beber agua.
No se de dónde se originó esta tradición de hacer propósitos cada año nuevo, pero me parece una idea fantástica.
Durante el año estamos tan ocupados con el trabajo, l@s niñ@s, el cansancio, qué mejor momento para reflexionar sobre lo que hemos vivido y lo que queremos realizar en el futuro.
Enseñe a sus hij@s lo importante que es fijar metas y llevarlas a cabo, es responsabilidad de los padres enseñar tradiciones a sus hij@s.
No espere a que las escuelas eduquen a sus hij@s sobre estos temas.
Le deseo de todo corazón que el 2025 esté lleno de momentos hermosos, aprendizaje, unión familiar y mucho amor.
Recuerde que lo mejor siempre está por venir.
Feliz 2025!