
Por Redacción
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Ella ha estado tres veces este mes en “The Tonight Show Starring Jimmy Fallon”. Él, en cambio, ha sido invitado musical tres veces en el legendario “Saturday Night Live”. Shakira y Bad Bunny, dos de los artistas latinos más influyentes del momento, continúan elevando su estatus global con cada paso que dan.
Mientras la colombiana avanza con su gira mundial Las mujeres ya no lloran, el puertorriqueño afina los últimos detalles para arrancar con la suya, titulada Debí tirar más fotos. En lugar de confrontarlos, los logros de ambos artistas ofrecen un panorama de expansión y fortaleza inéditas en la música latina.
Ambos surgieron de contextos caribeños —ella de Barranquilla, él de Vega Baja— y comparten una constante necesidad de reinvención. Si bien sus estilos son distintos, ninguno ha sido acusado de copiar; su originalidad es su sello.

En términos de público, los dos convocan multitudes intergeneracionales, aunque el contenido de Bad Bunny puede ser menos apto para menores. Aun así, sus conciertos han sido experiencias de unidad cultural masiva. El fenómeno trasciende el idioma y el género musical.
A nivel de reconocimientos, las cifras son similares: Bad Bunny suma 10 nominaciones a los Grammy anglosajones y 40 a los Latin Grammy, mientras que Shakira acumula 7 y 36, respectivamente. En cuanto a trofeos obtenidos, ella cuenta con cuatro Grammys anglos y él con tres.
Sin embargo, el éxito comercial también refleja una realidad persistente: la industria musical sigue siendo más exigente con las mujeres. Aunque Shakira goza de respeto y prestigio, aún no ha conquistado el primer lugar en la lista Billboard 200, algo que Bad Bunny ha logrado con cada uno de sus álbumes en español, incluyendo el más reciente, que lleva cuatro semanas consecutivas en la cima.
Ambos artistas están en medio de ambiciosas giras. Shakira arrancó en febrero en Brasil y cerrará en noviembre en Perú, con 38 fechas confirmadas y más por añadirse. Bad Bunny inicia en julio con una serie de conciertos exclusivamente en Puerto Rico, antes de llevar su espectáculo a Latinoamérica, Europa, Australia y Japón hasta mediados de 2026. Aún no hay fechas para Estados Unidos.
Según Alicia Civita, periodista de entretenimiento en Miami, «si bien Bad Bunny lidera en taquilla por volumen, Shakira ha roto récords en venta de entradas y conexión con el público, marcando hitos en América Latina y comenzando a hacer lo mismo en Estados Unidos».
La comparación, más que una competencia, evidencia el dominio de ambos en un mercado globalizado donde el español ya no es una barrera, sino un puente. Shakira y Bad Bunny no se excluyen, se complementan. En un mundo que busca dividir, ellos muestran que el verdadero poder está en la suma.