Por Redacción
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La secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, prometió este jueves continuar con las redadas migratorias del presidente Donald Trump pese a las protestas en todo el país. En Texas, miles de soldados de la Guardia Nacional permanecen en espera ante posibles disturbios adicionales.
Las declaraciones se produjeron mientras ciudades importantes se preparan para grandes manifestaciones contra las políticas de Trump este fin de semana, y sus autoridades locales piden a los residentes mantener la calma.
Noem afirmó que las redadas que motivaron las protestas seguirán adelante y que los agentes federales tienen “miles de objetivos.”
“Esto continuará hasta que tengamos paz en las calles de Los Ángeles”, dijo durante una conferencia de prensa que fue interrumpida brevemente por el senador demócrata de California, Alex Padilla, quien fue retirado por la fuerza tras exigir respuestas.
Horas después, un juez federal en San Francisco comenzó a evaluar la solicitud de emergencia del gobernador Gavin Newsom para detener el uso de tropas de la Guardia Nacional en las redadas, calificándola como parte de un ataque más amplio contra la democracia.
Newsom advirtió que el despliegue militar ha intensificado las tensiones en Los Ángeles, donde desde hace casi una semana se han registrado protestas masivas, a veces violentas.
Hasta ahora, las protestas se han concentrado en el centro de Los Ángeles, cerca del Ayuntamiento y de un centro de detención federal que alberga a inmigrantes indocumentados.
El miércoles, el gobierno de Trump calificó la demanda de Newsom como “una maniobra política temeraria que pone vidas en peligro.”
Durante la audiencia, el juez Charles R. Breyer cuestionó si Trump actuó conforme a la ley al movilizar a la Guardia Nacional.
“Hablamos de un presidente cuya autoridad es limitada”, dijo. “Esa es la diferencia entre un gobierno constitucional y el rey Jorge.”
Las protestas se han extendido a más de una docena de ciudades. En Seattle, la policía usó gas pimienta para dispersar manifestantes, y en Denver, se lanzaron bolas de gas y humo. En Los Ángeles, la policía montada cargó contra una multitud antes del toque de queda, arrestando a varios después de usar proyectiles no letales.
Noem señaló que la acción en Los Ángeles sirve como “modelo” para futuras operaciones. Aseguró que los agentes no retrocederán, incluso ante ataques con piedras y ladrillos. Dijo que quienes tengan antecedentes penales o participen en actos violentos enfrentarán consecuencias.
Padilla indicó que solo quería hacerle una pregunta a Noem sobre la “represión migratoria cada vez más extrema.” Fue esposado, pero no arrestado.
La presencia militar ha aumentado rápidamente. Actualmente hay unos 2,000 soldados de la Guardia Nacional desplegados, y se espera que lleguen otros 2,000 junto con 700 marines, según el general Scott Sherman.
Unos 500 soldados han sido entrenados para apoyar las redadas migratorias. Aunque pueden detener personas temporalmente, los arrestos deben ser realizados por policías.
Los líderes estatales están divididos. El gobernador de Texas, Greg Abbott, tiene a 5,000 soldados en espera. Por otro lado, un grupo de gobernadores demócratas condenó los despliegues como “un alarmante abuso de poder.”
Hasta el jueves, el Departamento de Policía de Los Ángeles había realizado unas 470 detenciones, la mayoría por no dispersarse. Algunos fueron arrestados por agresión o posesión de bombas molotov. Nueve oficiales resultaron heridos, en su mayoría con lesiones menores.
