Por Max Vásquez
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El Departamento de Salud Conductual del Condado de Ventura alertó la semana pasada a la Junta de Supervisores y a la comunidad sobre un creciente riesgo para la salud pública: el kratom, una sustancia no regulada que se ha vinculado a sobredosis y muertes en la región.
En una presentación realizada el martes 12 de agosto, especialistas médicos y funcionarios de salud, entre ellos el doctor Tipu Khan, jefe de Medicina de Adicciones del Centro Médico de Ventura; el médico forense jefe, Christopher Young; el director médico de Servicios de Uso de Sustancias, Joseph Vlaskovits; y la oficial de salud pública, Uldine Castel, expusieron datos preocupantes sobre el consumo de kratom y sus consecuencias.
Derivado de las hojas del árbol Mitragyna speciosa, originario del sudeste asiático, el kratom actúa como estimulante en dosis bajas y como sedante en dosis altas. En Estados Unidos rara vez se consume de forma natural, pues suele procesarse y mezclarse con aditivos que, combinados con otras drogas, incrementan el riesgo de efectos adversos graves o mortales.
“Los fabricantes están apuntando a públicos jóvenes con estrategias de mercadeo similares a las del tabaco”, advirtió Khan. “La dosis que se vende en el mercado es impredecible, y lo que no se sabe puede matar”.
Los productos, en cápsulas, polvos o líquidos —se venden en internet, tiendas de conveniencia, gasolineras y estancos, a menudo con empaques llamativos y sin la palabra “kratom” en la etiqueta, lo que dificulta a los consumidores identificar la sustancia o conocer su concentración.
Según las autoridades, las dosis detectadas van desde 20 hasta 500 miligramos, con variaciones importantes entre lotes.
El equipo médico destacó cuatro riesgos centrales: la falta de regulación que genera productos de potencia variable, el potencial adictivo con uso frecuente, la posibilidad de sobredosis, especialmente en combinación con alcohol, fentanilo, opioides o benzodiacepinas, y la muerte.
Como opioide atípico, el kratom puede provocar dependencia y depresión del sistema nervioso central; sus síntomas de abstinencia y sobredosis pueden revertirse con naloxona.
Desde 2018, el médico forense ha registrado la presencia de mitraginina en 46 muertes por sobredosis en el condado.
“Estos no son productos estandarizados, no hay requisitos de etiquetado ni restricciones de edad o advertencias”, alertó Young.
La presidenta de la Junta de Supervisores, Janice Parvin, afirmó que el Condado tiene “la responsabilidad de proteger a los residentes” y planteó la posibilidad de una ordenanza local para restringir el acceso de los jóvenes y garantizar que los consumidores sepan qué están comprando.
Entre las opciones discutidas figuran la prohibición total, ya vigente en ciudades como Newport Beach, Oceanside y San Diego, límites de edad, normas de etiquetado, sanciones para minoristas y medidas de cumplimiento. La Junta solicitó que se elabore una propuesta para debatirla en una próxima sesión.
Más información sobre el kratom y sus riesgos está disponible en: coast.venturacounty.gov/prescribers-care/kratom.
