Por Redacción
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El juicio contra el productor musical Sean “Diddy” Combs ha dado un giro inesperado esta semana gracias al testimonio de Casandra Ventura, conocida artísticamente como Cassie. La cantante y actriz se presentó en una corte de Manhattan para relatar, con detalle y firmeza, más de una década de abusos físicos, sexuales y psicológicos que asegura haber sufrido a manos del rapero.
Ventura, de 38 años y embarazada de su tercer hijo, describió episodios de violencia que habrían comenzado cuando tenía poco más de 20 años, tras firmar un contrato discográfico con Bad Boy Records, sello fundado por Combs. Su testimonio se ha convertido en un punto de inflexión en un caso que ya enfrenta al artista a cargos federales por tráfico sexual, proxenetismo y asociación delictiva.
Durante cuatro jornadas de juicio, Ventura detalló palizas, violaciones y manipulación emocional. Narró cómo el artista la obligaba a participar en lo que llamaban “freak-offs”, fiestas sexuales organizadas por Combs en las que ella debía mantener relaciones con trabajadores sexuales contratados por él, mientras era grabada sin consentimiento. Según Ventura, estas situaciones eran recurrentes y no consensuadas, acompañadas del uso forzado de drogas y alcohol.
“Hubo abusos, pasaron muchas cosas a lo largo de nuestra relación”, afirmó Ventura, quien también relató cómo era vigilada, amenazada y despojada de pertenencias personales si desobedecía. “Me sentía asquerosa, humillada”, dijo ante la corte, con voz serena pero visiblemente afectada.
La defensa de Combs ha intentado presentar el caso como una relación complicada, con consentimiento mutuo en actividades sexuales no convencionales. Sin embargo, los fiscales argumentan que Ventura fue sometida a un control coercitivo y sistemático. Los abogados del rapero señalaron que las declaraciones de Ventura no constituyen crímenes, pero su testimonio dejó poco margen para justificar los abusos descritos.
La artista relató episodios concretos: desde golpes tras hablar con otros hombres, hasta una agresión física en 2013 que le dejó una cicatriz permanente en la ceja. En 2018, tras un intento de romper definitivamente la relación, Ventura denunció haber sido violada por Combs en su propio hogar.
Ese mismo año, conoció a Alex Fine, hoy su esposo, quien la apoyó para iniciar su proceso de recuperación. Tras superar la adicción a las drogas y recibir tratamiento por estrés postraumático, Ventura presentó una demanda en noviembre de 2023. Aunque se llegó a un acuerdo extrajudicial por una cifra estimada de 20 millones de dólares, la fiscalía federal decidió continuar con el caso.
Ventura expresó al finalizar su testimonio: “Esta semana ha supuesto un reto extremo, pero también me ha dado mucha fuerza y me ha curado. Espero que mi testimonio haya dado fuerza y voz a otros supervivientes”.
Está previsto que la madre de Ventura y una antigua amiga testifiquen la próxima semana. Mientras tanto, ella ha regresado a su hogar para continuar su embarazo en paz. Su valiente declaración ha fortalecido el caso contra uno de los productores más influyentes de la industria musical, y podría llevar a Sean Combs a enfrentar más de 50 años de prisión si es hallado culpable.
Si tú o alguien que conoces ha sido víctima de violencia sexual, puedes llamar a la línea de ayuda gratuita en EE.UU. al 1-800-656-HOPE (4673), disponible 24/7 en inglés y español, o visitar rainn.org.
