NacionalesNoticias

Inmigrantes al rescate de los ancianos

Por Carlos Hernández
[email protected]

Mayo es el mes donde se celebran las Semanas Nacionales del Empleado de la Salud, de Enfermer@s y Hospitales”, y este año viene marcado por una alza en la escasez de empleados en dicho sector.

Un reciente estudio del Pew Research Center indica que Estados Unidos necesitará llenar casi tres cuartas partes de un millón de puestos vacantes para asistentes de salud en el hogar, y cuidado de salud personal cada año y enfermer@s hasta 2031. 

Donde actualmente, los trabajadores inmigrantes ocupan estos puestos en cantidades descomunales. 

Sin más trabajadores que se unan a la fuerza laboral, la drástica escasez de ayudantes podría dejar a millones de estadounidenses sin la capacidad de permanecer en sus hogares cuando necesitan atención a largo plazo.

CRECIENTE NECESIDAD 

Un análisis de los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. 

(BLS, por sus siglas en inglés) realizado por el Consejo Estadounidense de Inmigración muestra que esas profesiones en el campo de la salud son de los trabajos de mayor rápido crecimiento. 

Es así como el BLS estima que se abrirán un promedio de 711,700 puestos de trabajo cada año desde 2021 hasta 2031, debido en gran medida al crecimiento sin precedentes de la población de adultos mayores en este país. 

Alrededor de 10,000 ancian@s a quienes se le conocen como la generación “Baby boomers”, cumplen 65 años todos los días, y 7 de cada 10 necesitarán atención de salud personalizada a largo plazo en los últimos años de sus vidas. 

Se espera que la cantidad de estadounidenses mayores de 85 años se duplique con creces entre 2019 y 2040, de 6.6 millones a 14.4 millones.

Como resultado, se espera que la cantidad de empleos de asistente de atención personal y atención médica domiciliaria aumente un 25.4 % en una década, de 3.6 millones en 2021 a 4.6 millones en 2031. 

Esta ocupación experimentará el mayor aumento de nuevos trabajos de cualquier ocupación en ese y se convertirá en la mayor ocupación del país para 2031.

Escasez crítica de cuidadores

A pesar de la creciente demanda de mano de obra, la reserva de trabajadores disponibles del país apenas crecerá. 

Se estima que el número de estadounidenses en edad laboral óptima, aquellos entre 25 y 64 años, aumentará en un escaso 0.3% anual hasta 2035, y solo debido a la llegada de inmigrantes y sus hij@s.

De 2021 a 2031, se proyecta que 332,300 asistentes de salud y cuidado personal en el hogar abandonarán la fuerza laboral cada año por jubilación u otras razones. 

Además, se puede esperar que 287,000 asistentes de cuidado personal y de salud en el hogar al año abandonen la ocupación en busca de otro trabajo. 

Este trabajo exigente tiene tasas de rotación que superan a casi todas las demás ocupaciones.

Por su parte un análisis del Consejo de las ofertas de trabajo agregadas por Lightcast encuentra que, aunque el puesto no requiere un título académico o una licencia, exige una amplia gama de habilidades físicas, psicológicas y emocionales, incluida la capacidad de transferir personas de manera segura y tratar con pacientes de Alzheimer.

Los asistentes sufren índices de lesiones más altos que el promedio y citan mucho estrés y salarios bajos. 

Los asistentes de salud en el hogar y cuidado personal ganan menos que casi cualquier otra ocupación de apoyo de atención médica, según muestran los datos del BLS. 

En 2021, el salario medio anual a nivel nacional de los asistentes de cuidado personal y atención médica en el hogar fue de $29,430, ó $14.7 por hora de trabajo a tiempo completo.

AYUDANDO A INMIGRANTES A AYUDARNOS

La mayoría de las personas mayores y discapacitadas preferirían quedarse en casa, una opción que también le cuesta menos a la nación que alojar a las personas en hogares de ancianos. 

Pero a medida que más estadounidenses envejecen, muchos no podrán quedarse en su hogar, a menos que se pueda atraer a más trabajadores para que sirvan como asistentes de salud en el hogar.

Durante la pandemia, estos asistentes de salud eran particularmente escasos, lo que pintaba un panorama sombrío de lo que les esperaba a los estadounidenses.

Bayada Home Health Care, que brinda servicios en 350 ubicaciones en 22 estados, señaló que tuvieron que rechazar casi dos tercios de las nuevas solicitudes de atención domiciliaria debido a la escasez de ayudantes disponibles.

Ya se están realizando esfuerzos en algunos estados para exigir salarios más altos, como la campaña Pago Justo por Atención Domiciliaria en Nueva York y la Ley de Estabilización de Cuidadores en Minnesota. 

Así, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. anunció en 2022 que los estados tendrían hasta 2025 para acceder a $12.7 mil millones de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense para fortalecer los servicios de atención médica en el hogar y la comunidad para los beneficiarios de Medicaid para, en parte, «reducir la dependencia innecesaria de la atención institucional». 

Dichas políticas son particularmente importantes para los trabajadores inmigrantes, quienes ya están desempeñando un papel descomunal en la atención de la población de personas mayores y discapacitadas.

En 2019, el 36.5 % de todos los asistentes de salud en el hogar en todo Estados Unidos eran inmigrantes, una tasa que duplicaba su participación en comparación con la fuerza laboral general de todo el país (17.1 %). 

Estas cifras incluyen a los trabajadores indocumentados, que constituían aproximadamente el 6.9 % de los asistentes de salud en el hogar, y el 4.4 % de los asistentes de cuidado personal.

SOLUCIONANDO LA ESCASEZ

En la Costa Central el panorama, aunque no es tan sombrío como a nivel nacional, debido en parte a la belleza natural de la zona e incentivos económicos laborales, si es también un reto grande.

Para Danielle Gabele, Directora de Desarrollo y Reclutamiento del Departamento de Salud del Condado de Ventura (VCPHD), su entidad tiene los mismos retos para retener personal de salud, sobre todo enfermer@s, ya que después de la pandemia se dio una ola que much@s no querían trabajar en el hospital, y optaron por ser enfermer@s viajeros.

El problema para instituciones como la nuestras, es que al tener un contrato de estos, l@s enfermer@s pueden ganar el doble, reciben vivienda, gastos de mudanza, etc, esto lo hace muy atractivo sobre todo para l@s más jóvenes, l@s recién graduados. 

Danielle, explica que es así es como El Hospital de Santa Paula y el Centro Médico del Condado de Ventura (VCMC, por sus siglas en inglés), perdieron un gran porcentaje de su fuerza laboral por los contratos de enfermer@s viajer@s.

Gabele explica que otras de las causas de escasez de empleados de la salud, es la disminución de matrícula de estudiantes en las carreras de enfermería y asistentes médicos.

De acuerdo a datos oficiales idealmente debería haber un promedio de 1 enfermer@ por cada dos pacientes en las unidades de cuidados intensivos, y 1 enfermer@ por cada 4-5 pacientes en la salas de atención normales.

“Lamentablemente es nuestra área no tenemos suficientes candidatos graduándose para llenar nuestras plazas en los hospitales”, señaló Gabele quien supervisa un promedio de 350 enfermer@s en la red de hospitales del VCPHD.

La Directora indica además que cuando ella llegó a su nuevo puesto hace 8 meses, tenían un déficit de cerca de 70 puestos de enfermer@s que tenían que ser llenados, sin embargo junto con su equipo se pusieron manos a la obra.

Es así como luego de varias campañas de reclutamiento, así como de eventos y ferias de trabajo desde principios de año, ese déficit se ha reducido en gran proporción.

“Mi equipo yo nos pusimos manos a la obra, utilizando las redes, medios de comunicación bilingües, eventos de bienvenida en nuestros hospitales, yendo a los institutos técnicos y universidades, no ha sido nada fácil, porque ha sido muchísimo esfuerzo en los últimos meses pero ha valido la pena”, indica Gabele.

Precisamente y gracias a esos esfuerzos, en el VCPHD actualmente hay menos de un 10% de escasez de enfermer@s, lo cual es un gran logró al considerar que a nivel nacional el promedio es de entre el 35% al 40%.

Un sector que es de los más demandados, es sin duda el de aquellos que hablan más de un idioma, en especial los que hablan español.

Gabele, asegura que esa no es la excepción en el Condado de Ventura, y que por ello se asegura que gran parte de esa fuerza de trabajadores sanitarios, sean bilingües.

“Algo que me encanta es la misión del Condado de Ventura que se preocupa por las necesidades de salud de su comunidad, y en este caso al tener muchos inmigrantes de varias minorias, es una prioridad que los enfermer@s sean una representación de la comunidad local”, indica Gabele.

Y es que de acuerdo a la directora, un poco más del 40% de enfemer@s son bilingües, y esto es uno de los puntos fuertes de la red de salud del Condado, lo cual a su vez se debe a los altos incentivos económicos que tiene el hablar dos idiomas.

La directora que antes laboró por 10 años en el Cedars Sinai en Los Angeles, explica que el VCPHD, como parte de su reclutamiento competitivo los empleados bilingües se clasifican en dos: los del Nivel 1 y Nivel 2.

Los primeros son aquell@s que hablan y leen en otro idioma en un nivel de conversación fluida, y la Certificación 2 son aquell@s que hablan otra lengua en conversación fluida pero también lo hablen y lean en términos médicos especializados.

“Tener esas certificaciones, que se ganan en un examen interno a la hora de aplicar al puesto, tiene grandes ventajas económicas, por eso exhortó a quienes sean bilingües y tienen la vocación de ayudar a los demás y la medicina, a que inicien una carrera en el campo de la salud”, explica Gabele.

Por último la Directora de Reclutamiento, dice que en la Semana Nacional de los “Empleados de la Salud”, lo más gratificante de su profesión es la interacción con el paciente, pero que debido a su puesto ejecutivo-administrativo, es ayudar a las enfermer@s del VCPHD a tener un impacto en las vidas de cada uno de sus pacientes.

“Eso es lo que me gusta más de mi profesión. Además que ahora aunque no tenga ese trato diario con los pacientes como antes, me gusta ser la voz de l@s enfermer@s en todos los niveles, como en las sesiones plenarias de la Junta de Supervisores o con otras entidades y así y abogar por sus derechos”, finaliza Gabele.