Por Víctor Rosas
[email protected]
La Navidad está por llegar, pero antes hay una serie de fiestas populares mexicanas que marcan la víspera de la celebración del nacimiento de Jesús: las Posadas.
¿Sabes cuál es su significado y cómo se hacen? Aquí te decimos qué son y cada paso que debes seguir para realizarlas.
Las posadas son las 9 fiestas de carácter religioso que tradicionalmente se organizan en México del 16 al 24 de diciembre, es decir, previas a la navidad, y en las que se hace alusión al peregrinaje que María y José realizaron cuando está estaba a punto de dar a luz a Jesús, buscando precisamente un lugar donde alojarse y pasar la noche, de ahí el término pedir posada y también el nombre de la celebración.
Dado que se celebran durante los 9 días previos a la Navidad, las posadas son entendidas como un novenario y se dice que representan el viaje que realizó la Sagrada Familia (Jesús, María y José) de Galilea a Belén para participar, en un inicio, en un censo y que terminó con la huída de María y José cuando se enteraron de las oscuras intenciones de Herodes.
Asimismo estos 9 días de posadas representan los 9 meses de embarazo de María.
Además, Posada viene del verbo “posar” y según la RAE uno de sus muchos significados es el “alojamiento que se da a alguien”.
En la antigüedad, las Posadas eran los lugares en los que uno buscaba refugio (eran algo así como los antiguos hoteles).
Las Posadas Mexicanas, como es de esperar, tienen su origen en un antiguo culto azteca conocido como Panquetzaliztli que se celebraba en el México prehispánico entre el 17 y 26 de diciembre, fechas similares a los festejos navideños en Europa.
El Panquetzaliztli tenían por objeto celebrar a Huitzilopochtli, el dios más importante del panteón azteca y relacionado con el sol, aunque también a conocido como el Dios de la Guerra.
En México, la tradición, ya colonial, tiene registro desde 1587 por el religioso fray Diego de San Soria, prior del convento de San Agustín Acolman, en el Estado de México.
Fue él quien obtuvo una bula papal para que anualmente se celebraran en toda la Nueva España (gran parte de ella es ahora México) las misas de aguinaldo.
En un principio, las Posadas se celebraban en los atrios de las iglesias y después se extendieron a la vía pública, con luces (velas) por todos lados, con muchos cantos y mucho baile (además de los rezos que caracterizan una ceremonia religiosa).
En las posadas actuales los invitados se dividen en dos grupos, el primero se quedará en el interior de la casa y representará al posadero, mientras que afuera de la casa estará el segundo grupo representando a los peregrinos pidiendo posada.
Entre ambos grupos cantan villancicos donde unos piden posada, mientras otros la niegan; al cabo de unos cuantos versos los posaderos son convencidos de dar posada y dejan entrar a los peregrinos.