Por Redacción
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El número de inmigrantes que residen en Estados Unidos sin autorización legal alcanzó un máximo histórico de 14 millones en 2023, según un informe publicado por el Centro de Investigación Pew. La cifra representa un incremento notable frente a años anteriores, aunque se mantiene muy por debajo de las estimaciones del expresidente Donald Trump y de algunos críticos de la política migratoria.
Pew, cuyos análisis se remontan a 1990, indicó que la población de inmigrantes indocumentados creció de 11.8 millones en 2022 a 14 millones en 2023, superando el récord previo de 12.2 millones registrado en 2007. El aumento se debió, en gran parte, a migrantes que inicialmente entraron al país con algún tipo de permiso legal temporal.
El informe señaló que cerca de 6 millones de esas personas tenían en su momento protección legal bajo programas como el Estatus de Protección Temporal (TPS) o permisos humanitarios, muchos de los cuales fueron cancelados desde que Trump regresó al poder en enero de 2025.
Los hallazgos de Pew muestran que las políticas migratorias de las últimas dos administraciones moldearon las tendencias. Durante 2023 y principios de 2024, bajo la presidencia de Joe Biden, la inmigración irregular aumentó de manera acelerada gracias a medidas que otorgaban alivio temporal, como el sistema de citas en la frontera conocido como CBP One y los permisos humanitarios para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos.
Sin embargo, en junio de 2024, Biden impuso severas restricciones a las solicitudes de asilo en la frontera, lo que desaceleró el crecimiento. Con el regreso de Trump a la Casa Blanca, la tendencia cambió: las cifras comenzaron a descender en 2025, aunque los expertos calculan que la población indocumentada aún se mantiene por encima de los 14 millones.
Trump ha defendido medidas más agresivas, entre ellas el fin de los programas humanitarios creados por Biden y la reversión de la expansión del TPS. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, destacó recientemente que la población sin estatus legal disminuyó en 1.6 millones entre enero y julio de 2025. “Esto es enorme”, dijo en un comunicado.
El informe de Pew contrasta con otras fuentes. La Oficina de Estadísticas de Seguridad Nacional estimó en 2022 que había alrededor de 11 millones de inmigrantes indocumentados, mientras que el Centro de Estudios de Migración calculó 12.2 millones ese mismo año.
La Federación para la Reforma de la Inmigración Estadounidense, un grupo alineado con la agenda de Trump, reportó 18.6 millones en marzo de 2025. Por su parte, el Centro de Estudios de Inmigración, que también respalda restricciones migratorias, estimó 14.2 millones en julio, después de un pico de 15.8 millones a inicios de año.
En un discurso al Congreso en marzo, Trump aseguró que 21 millones de personas habían ingresado al país en los cuatro años anteriores, una cifra que supera ampliamente cualquier estimación independiente y las estadísticas oficiales de arrestos fronterizos.
Un cambio en los países de origen
Pew señaló que la mayor parte del incremento no provino de México, como había sido la tendencia en décadas anteriores, sino de otras regiones. Guatemala, El Salvador, Honduras e India encabezaron el crecimiento después de México.
Al mismo tiempo, los números de Venezuela, Cuba, Colombia, Nicaragua, Ecuador, Ucrania y Perú se duplicaron en solo dos años, reflejando crisis políticas, conflictos armados y colapsos económicos que impulsaron la migración.
En 2023, la población mexicana indocumentada creció levemente a 4.3 millones, pero el verdadero salto provino de otras nacionalidades, que pasaron de 6.4 millones en 2021 a 9.7 millones en 2023.
California, Texas y Florida encabezaron la lista de estados con más inmigrantes sin estatus legal, seguidos por Nueva York, Nueva Jersey e Illinois. Sin embargo, el informe destacó que Texas ha reducido significativamente la distancia con California, el estado históricamente con mayor número de indocumentados.
A pesar del crecimiento nacional, seis estados registraron cifras menores en 2023 que en su punto máximo de 2007: Arizona, California, Nevada, Nuevo México, Nueva York y Oregón.
El estudio de Pew también calculó que un récord de 9.7 millones de personas indocumentadas formaban parte de la fuerza laboral en 2023, equivalente al 5.6% del total de trabajadores del país.
Los estados con mayores proporciones de empleados sin estatus legal fueron Nevada, Florida, Nueva Jersey y Texas, donde industrias como la construcción, la agricultura y los servicios dependen en gran medida de la mano de obra inmigrante.
Más allá del estatus legal, la población inmigrante total en Estados Unidos alcanzó un máximo histórico de más de 53 millones en enero de 2025, representando el 15.8% de la población nacional.
Sin embargo, Pew advirtió que esa cifra ha comenzado a descender, marcando la primera disminución en más de seis décadas. El cambio sugiere que las políticas de restricción migratoria y el aumento de deportaciones bajo la administración Trump podrían estar teniendo un impacto más amplio en la demografía nacional.
Los hallazgos de Pew llegan en un contexto de fuerte polarización política. Mientras la administración Trump celebra la reducción de la inmigración irregular como una victoria de sus políticas de seguridad fronteriza, defensores de derechos humanos y grupos comunitarios advierten que el costo humano es alto.
“Las cifras no reflejan la angustia de familias separadas ni la precariedad de quienes viven en las sombras”, señaló Ana María Torres, directora de la organización America’s Voice. “Estamos ante una crisis humanitaria que exige soluciones más humanas, no solo números”.
Con elecciones intermedias en el horizonte, el tema migratorio se perfila como uno de los ejes centrales de la campaña política. Trump y los republicanos prometen más deportaciones masivas, mientras que los demócratas buscan un equilibrio entre control fronterizo y vías legales de integración.
Analistas señalan que la población indocumentada podría seguir fluctuando en los próximos años, dependiendo de la capacidad del Congreso para aprobar reformas integrales y de la implementación de nuevas medidas ejecutivas.
“Estados Unidos se enfrenta a un dilema histórico”, opinó el politólogo Manuel Gómez. “Por un lado, existe presión para reforzar la seguridad y reducir la migración irregular; por el otro, la economía depende en gran medida de trabajadores inmigrantes, legales e indocumentados, que sostienen sectores clave”.
Mientras tanto, la cifra de 14 millones registrada en 2023 marca un punto crítico en el debate migratorio estadounidense, con implicaciones tanto políticas como sociales que seguirán influyendo en el futuro inmediato del país.
