Perfiles

Perfiles: María Rey

María Rey: una profesora de corazón

Por Marilú Hernández
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María Rey nació en el Distrito Federal, México. Como orgullosa representante de la comunidad latina en Santa Bárbara cuenta lo que la educación significa para ella.

Después de vivir un tiempo en el Paso, Texas, supo cuál sería su vocación, sabía que debía luchar porque todos los niños, como en el caso de esta ciudad, para que tuvieran la oportunidad de recibir enseñanza bilingüe y no ser marginados por el sólo hecho de hablar español.

Llegó a Estados Unidos cuando apenas cursaba el sexto grado, estudió en la Carpintería High School, se graduó de la UCSB con una licenciatura de educación, para luego especializarse con una maestría en Estudios Bilingües.

El sueño de María Rey o Miss Rey, como cientos de sus exalumnos le conocen, es que un día pueda haber una verdadera aceptación multicultural en este país y que educación de calidad y bilingüe que los niños se merecen sea una prioridad./EL LATINO
Para María Rey o Miss Rey, no hay mejor manera para dejar huella en las nuevas generaciones que brindar una excelente educación en los salones de clase, sobre todo si esa es bilingüe./EL LATINO

“Fui a estudiar un semestre a la Ciudad de México en antropología y me di cuenta que tenía que cursar otras materias y que a la larga no me iba a resultar de gran ayuda. Estando allá me dijo alguien sobre un nuevo programa en educación bilingüe, me di cuenta de todo lo que podría ayudar a la comunidad y no dude dos veces en cambiar el enfoque de mi maestría”, cuenta la maestra Rey.

Así fue como inició su gran labor docente “Miss Rey”, como cientos de estudiantes locales, muchos ya adultos, siempre le llaman.

Siendo aún estudiante ayudó activamente a crear la asociación MECHA (Movimiento Estudiantil Chicano Astran), en donde germinó la idea de luchar por la enseñanza indistinta en inglés y español en las escuelas.

Una de sus primeras experiencias laborales la involucraron mas en su deseo y lucha, tanto para la educación de los menores de la comunidad latina, como para enseñar a los pequeños a sentirse orgullosos de sus raíces e idioma y animarlos a ser miembros activos de la sociedad.

“En mi hogar mis padres siempre nos enseñaron que la ecuación era lo más importante para triunfar en la vida, mis papás gracias a Dios nos hicieron valorar eso mucho y es algo que les agradezco siempre y algo que como maestra siempre les traté de inculcar a mis alumnos”, asegura Miss Rey.

Según la exdocente, no hay mejor manera para dejar huella en las nuevas generaciones que brindar una excelente educación en los salones de clase.

“A mis estudiantes siempre les enseñé que si se puede. Siempre fui muy estricta y exigente con ellos porque sabía del potencial que tienen, para mi la clave era en explotar al máximo sus talentos”, explica.

Y es que el motivo de una vida entregada a la educación siempre estuvo muy claro para la entrevistada: el amor a los niños.

Sus labores educativas le han dejado, como ella misma asegura, “el tesoro más grande”: el cariño recibido a cambio de sus enseñanzas… algo que nadie puede quitarle.

«El ser maestro es lo máximo, es un acto de amor, es una vocación», comenta orgullosa.

Para la maestra Rey si pudiera describir su carrera en tres palabras esas son: Perfeccionista, exigente y dedicada.

Así, no es de sorprenderse que sin perder de vista la disciplina ella siempre les inculcó a sus alumnos el orgullo por el idioma español, la cual para la entrevistada es una herramienta indispensable para que los estudiantes latinos se sientan identificados con su cultura.

«Todos los niños tienen derecho a la educación», afirma, y también mantiene su idea firme que la educación bilingüe es algo que debería fomentarse en todo Estados Unidos y en especial en California, donde más del 50 por ciento de la población habla español o es latina.

César Chávez, Martín Luther King y Benito Juárez han sido siempre sus ejemplos a seguir, y sus más grandes influencias.

La experiencia de Doña María es vasta, puesto que conoce el funcionamiento de las instituciones educativas en las que trabajó durante 40 años y sabe que es difícil hacer cambios en el mismo, sin embargo, enfatiza “que con el apoyo de directores y personas en altos cargos puede llegar a ser un día una realidad”.

El sueño de María Rey o Miss Rey, como cientos de sus exalumnos le conocen, es que un día pueda haber una verdadera aceptación multicultural en este país y que educación de calidad y bilingüe que los niños se merecen sea una prioridad./EL LATINO
El sueño de María Rey o Miss Rey, como cientos de sus exalumnos le conocen, es que un día pueda haber una verdadera aceptación multicultural en este país y que educación de calidad y bilingüe que los niños se merecen sea una prioridad./EL LATINO

Para ella los padres son, “la pieza clave en la educación de los niños”, por eso la carismática docente siempre les pidió apoyo y no negarles a sus hijos la oportunidad de aprender.

“Los padres son quienes tienen que enseñarle a sus hijos que la educación es lo más importante en esta vida y es lo único que les puede asegurar su futuro», afirma.

Es por ello que aún afuera de las aulas “Miss Rey” aconseja a los padres estar siempre pendientes de sus hijos, estar al tanto de lo que pasa en las escuelas y en el sistema educativo en general.

Así cómo enseñar a sus hijos a estar orgullosos de quienes son y de dónde vienen, a construir un carácter y a no bajar la cabeza.

“El respeto no es una debilidad; aprender, observar, hablar, analizar, actuar, ¡sí se puede! Deben sentirse siempre orgullosos de ser quienes son.»

Pero la educación no fue sólo el campo de acción de Miss Rey, ya que esta multifacética mujer, quien es madre de tres hijos, Adriana, Carlo y Alina, es además bailarina de danza folklórica.

Actualmente ya retirada ahora comparte deberes administrativos con su esposo y amigo de toda la vida, el empresario local Ruben Rey, en la “Funeraria Pueblo del Rey”.

“Pues la verdad disfruto mucho esta nueva etapa, porque siempre puedo seguir ayudando a las familias locales y para mí eso es importantísimo”,

Para terminar, hace un agradecimiento especial a quienes por años han confiado en ella.

«Le doy gracias a los padres y a los niños de haber tenido el privilegio de educar a sus hijos», finaliza la simpática “Miss Rey”.