Por Redacción
[email protected]
El líder de la oposición venezolana, Edmundo González, quien asegura haber derrotado a Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales de julio pasado, se reunió el lunes con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca.
El encuentro ocurrió días antes de que Maduro asuma un tercer mandato, en medio de denuncias de fraude electoral y una crisis política creciente en el país sudamericano.
González, un diplomático retirado que encabezó la principal coalición opositora en las elecciones, busca consolidar respaldo internacional para presionar por una transición democrática. Según un comunicado de la Casa Blanca, ambos mandatarios coincidieron en que la victoria de González “debe ser respetada mediante una transferencia pacífica de poder hacia un gobierno democrático”. También manifestaron su preocupación por “el uso indiscriminado de la represión por parte de Maduro contra manifestantes pacíficos, activistas y miembros de la sociedad civil”.
En una conferencia de prensa tras el encuentro, González calificó la reunión como “cordial y productiva”. “Agradecemos el apoyo constante de los Estados Unidos en esta lucha por la recuperación de la democracia en Venezuela”, declaró. El opositor también anunció que continuará trabajando con el gobierno de Biden y el equipo del presidente electo Donald Trump para fortalecer las relaciones entre ambos países.
Apoyo de la diáspora venezolana
El lunes, decenas de venezolanos se congregaron frente a la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, en un acto simbólico para respaldar a González. Carolina Di Martino Popovich, quien viajó desde Boston con su familia, expresó la importancia del momento: “No pudimos votar en Venezuela, pero estamos aquí para reconocerlo como nuestro presidente”.
La respuesta del régimen de Maduro
Mientras tanto, Nicolás Maduro avanza en los preparativos para su investidura, prevista para el viernes. La Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo, lo invitó formalmente a juramentarse, a pesar de las acusaciones de fraude. El Consejo Nacional Electoral no ofreció recuentos detallados de votos, pero la oposición asegura que González obtuvo el doble de sufragios que Maduro, basándose en actas de votación recopiladas y publicadas en línea.
Estados Unidos, la Unión Europea y organizaciones como el Centro Carter han respaldado la legitimidad de las actas opositoras, mientras que Maduro enfrenta un creciente aislamiento internacional.
Persecución contra González
Desde su exilio en España, González enfrenta una orden de arresto emitida por el régimen venezolano, que lo acusa de delitos relacionados con la publicación de las actas electorales. La semana pasada, el gobierno ofreció una recompensa de 100.000 dólares por información sobre su paradero.
A pesar de estas amenazas, González ha reiterado su intención de regresar a Venezuela para asumir la presidencia. En un mensaje difundido en redes sociales, instó a las fuerzas armadas a respetar la Constitución y apoyar la voluntad popular. Sin embargo, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, reiteró el lunes que las fuerzas armadas reconocerán a Maduro como presidente.
“El acto de González es un intento desesperado y carente de fundamento”, declaró Padrino en un comunicado televisado, calificando las acciones de la oposición como “politiquería despreciable”.
La incertidumbre domina el panorama en Venezuela, mientras el país se prepara para un nuevo capítulo en su prolongada crisis política. La comunidad internacional observa de cerca los próximos movimientos de ambos bandos, con la esperanza de evitar un mayor deterioro de la situación.