EditorialInmigración

No son el problema, sino la solución

Por Carlos Hernández
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Recientemente, el Departamento del Trabajo publicó su reporte de marzo sobre el mercado laboral, y los datos presentados no hacen más que reafirmar la importancia de reconocer y valorar el aporte de los inmigrantes a la economía estadounidense.

El informe del Departamento del Trabajo revela una serie de tendencias que subrayan el papel esencial que desempeñan los inmigrantes en el crecimiento económico de Estados Unidos. 

Por un lado, muestra que los inmigrantes no solo están contribuyendo significativamente a la fuerza laboral del país, sino que también están ocupando roles clave en sectores cruciales como la tecnología, la salud y la industria manufacturera, de servicio, de construcción y agrícola, entre otras.

Esto contradice la narrativa negativa que a menudo rodea a la inmigración, demostrando que los inmigrantes no solo ocupan puestos de trabajo de baja remuneración, sino que también son una fuerza impulsora detrás de la innovación y el progreso económico.

Además, el reporte destaca el papel crucial que desempeñan los inmigrantes en la creación de nuevas empresas y la generación de empleo. 

Los datos muestran que los inmigrantes son más propensos que los nativos a emprender nuevos negocios, lo que no solo impulsa la actividad económica, sino que también crea oportunidades de empleo para los ciudadanos estadounidenses. 

Por si fuese poco, algo de lo que poco se habla pero que el reporte de esta entidad federal, así como de Universidades como las de la Escuela de Economía y Gerencia de la Universidad Cal Lutheran, constatan es que esa mano de obra inmigrante es la responsable de que no haya habido una recesión económica devastadora.

Y es que precisamente esto, era cuestión de tiempo, a consecuencia de la desaceleración económica producida post pandemia del Covid.

Hablando con el Decano de la Facultad y Economista de dicha Universidad, Jamshid Damooei, me explicaba que las verdaderas ramificaciones e impactos negativos de la pandemia se verían ahora mismo, ya que es cuando se han terminado todas las regalías de fondos hechas por el Gobierno Federal y Estatal a la empresa privada y a la ciudadanía en general.

Es decir que después de todo ese dinero gratis, que much@s tomaron ventaja y se aprovecharon, se terminara, era natural que llegara la verdadera crisis económica que una pandemia de tal magnitud como lo fue la del Covid.

Sin embargo, esto no se da porque en lugar de entrar en un congelamiento del mercado laboral, donde ciertos sectores no tendrían crecimiento, sucedió todo lo contrario, se produjo un florecimiento laboral gracias a los inmigrantes que han llegado al país en los últimos tres años, ya que estos han satisfecho las necesidades laborales de empresas y negocios.

Y es que según datos del gobierno una vasta cantidad de estadounidenses están entrando en edad de retiro, lo que llevaría a un estancamiento económico seguro.

Es así como esa conexión entre la inmigración, el espíritu empresarial y la creación de empleo es fundamental para comprender cómo los inmigrantes no solo contribuyen al mercado laboral existente, sino que también lo enriquecen y lo diversifican.

Sobre todo por los miles de millones de dólares que aportan directa e indirectamente, ya sea al aumentar la producción de las empresas para las cuales trabajan, así como los impuestos tributarios y contribuciones al Departamento del Seguro Social.

Para darse una idea del aporte inmenso de los 2.4 millones de trabajadores inmigrantes que están en California, es que con su trabajo mueven más de $1,000 millones de dólares, tanto en productividad como en contribuciones fiscales sólo en California.

Resulta imperante y vital el reconocer que la inmigración no solo beneficia a la economía en términos de crecimiento y creación de empleos, sino que también aporta una invaluable riqueza cultural y diversidad de perspectivas. 

Esta diversidad cultural y cognitiva es un motor de innovación y creatividad, impulsando la competitividad global de Estados Unidos en un mundo cada vez más interconectado y dinámico.

En un momento en que la retórica antiinmigrante puede dominar el discurso público, es esencial que recordemos el valioso aporte que los inmigrantes hacen a la economía y la sociedad estadounidenses, basta ya de venderlos como l@s mal@s de la película.

El informe del Departamento del Trabajo es un recordatorio oportuno de que la inmigración no es un problema a resolver, sino un recurso valioso que debemos valorar y fomentar. 

Fomentar políticas inclusivas y acogedoras hacia los inmigrantes no solo es moralmente correcto, sino también económicamente beneficioso para todos los que vivimos en esta gran nación.