
Por Redacción
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Un avión de combate F/A-18 Super Hornet de la Marina de Estados Unidos, con un valor estimado en más de 60 millones de dólares, cayó por la borda del portaaviones USS Harry S. Truman mientras era remolcado a bordo, según confirmó la Marina el lunes.
El incidente ocurrió en el mar Rojo en medio de un contexto de creciente tensión en la región. Un funcionario estadounidense informó que el portaaviones ejecutó una maniobra brusca para evadir un posible ataque con misiles y drones lanzado por los rebeldes hutíes de Yemen. La acción evasiva habría contribuido a que la aeronave se deslizara y cayera al mar.
Todos los miembros de la tripulación están a salvo y solo un marinero sufrió lesiones menores. La Marina explicó que el F/A-18E estaba siendo remolcado dentro del hangar cuando se perdió el control de la unidad. Tanto el avión como el tractor de remolque se precipitaron por la borda. Se ha iniciado una investigación para determinar las causas exactas del suceso.
Un segundo funcionario confirmó a la cadena CNN que la aeronave se hundió tras el accidente. Los F/A-18 son cazas de combate polivalentes utilizados en múltiples operaciones de la Marina y tienen un costo superior a los US$60 millones por unidad.
Los portaaviones clase Nimitz como el Truman, a pesar de sus dimensiones —335 metros de largo y casi 100 mil toneladas de desplazamiento—, son capaces de maniobrar con agilidad. Están propulsados por dos reactores nucleares y pueden alcanzar velocidades superiores a los 54 km/h. En maniobras evasivas, estos buques pueden realizar giros de 30 a 40 grados cada 30 segundos, lo que genera escoras significativas.

El experto naval y excapitán Carl Schuster explicó que los portaaviones emplean un patrón de zig-zag para evitar ser alcanzados por misiles, lo que implica inclinaciones de hasta 15 grados que pueden desplazar al barco entre 100 y 200 metros, dependiendo de la velocidad.
El Grupo de Ataque del Truman se encuentra desplegado en Oriente Medio. La Marina aseguró que la pérdida del avión no ha comprometido la capacidad operativa del grupo, que permanece “plenamente funcional”.
El USS Truman ha estado bajo fuego en múltiples ocasiones por parte de los hutíes. En febrero, colisionó con un buque mercante cerca de Egipto, sin dejar heridos. En diciembre, otro caza F/A-18 del Truman fue derribado por error por el crucero USS Gettysburg; los pilotos se eyectaron sin consecuencias graves.
Los hutíes han intensificado sus ataques contra buques militares y comerciales en el mar Rojo desde que la Armada estadounidense comenzó a intervenir para frenar sus acciones. La ofensiva rebelde es una respuesta a la invasión israelí de Gaza, iniciada en octubre de 2023, según han declarado.
En las últimas semanas, la administración del expresidente Donald Trump ha incrementado los bombardeos aéreos sobre posiciones hutíes en Yemen. Esto ha generado represalias, incluidos ataques contra embarcaciones de guerra estadounidenses. El grupo rebelde afirmó que continuará con sus operaciones en apoyo al pueblo palestino mientras persista la ofensiva israelí y el bloqueo en Gaza.
El lunes, los hutíes denunciaron que un bombardeo estadounidense alcanzó una prisión que albergaba migrantes africanos, provocando decenas de muertos. Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos no han respondido de inmediato a esta acusación.