
Por Redacción
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El fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, afirmó este martes que no existen pruebas de que el rancho ubicado en Teuchitlán, Jalisco, haya sido utilizado como sitio de cremación clandestina, como han sostenido colectivos de búsqueda y reportes independientes.
“Tenemos totalmente probado que era un rancho de reclutamiento, adiestramiento y operación del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)”, aseguró Gertz durante una conferencia de prensa, donde presentó un resumen testado de un análisis realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Según ese estudio, los niveles de temperatura en el sitio no habrían superado los 200 grados centígrados, lejos de los 800 requeridos para una cremación.
Con esta postura, el fiscal refuerza la narrativa del gobierno federal sobre el caso: el inmueble fue un centro logístico del crimen organizado entre 2021 y 2024, pero no un centro de exterminio como han sugerido los hallazgos de buscadores y peritajes paralelos.
Pruebas insuficientes
En su presentación, Gertz mostró como principal evidencia un fragmento del estudio de la UNAM que señala: “Los resultados de desmagnetización por temperatura tanto en los especímenes de la zona quemada como de la zona sana y blancos no presentan una temperatura de recalentamiento significativa (no mayor a 200 grados)”.
Esta conclusión contradice un informe de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno de México, al que tuvo acceso el diario El País, y que detectó concentraciones anómalas de ceniza, así como evidencia de hogueras alimentadas con gasolina, diésel y llantas, a través de imágenes satelitales tomadas en 2019.
Asimismo, colectivos de madres buscadoras encontraron en marzo pasado zanjas, restos calcinados, ropa, maletas y mochilas, elementos que reforzaron la hipótesis de que el sitio fue utilizado para desaparecer personas.
Gertz afirmó que la FGR tiene acreditado que el sitio fue operado por el CJNG entre 2021 y 2024, en parte gracias a un informe emitido en 2021 por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco que advertía a autoridades locales del uso del predio como centro de reclutamiento. Sin embargo, según el estudio de la Secretaría de Ciencia, el rancho Izaguirre presentaba indicios de actividad criminal desde años antes.
El fiscal también expuso fotografías comparativas para argumentar inconsistencias en los hallazgos. Una imagen de septiembre de 2024 —fecha del operativo de la Guardia Nacional que dejó 10 detenidos, dos personas liberadas y una fallecida— mostraba el inmueble aparentemente vacío. En contraste, una fotografía tomada el 5 de marzo de 2025 por las buscadoras revelaba la presencia de pertenencias humanas.
“Nosotros fuimos a los antecedentes de 2024 y miren lo que había: nada. En otras zonas, sí había bolsas con ropa, pero la Fiscalía de Jalisco se las llevó sin periciar y luego nos las devolvió”, explicó Gertz, insinuando que los objetos encontrados posteriormente pudieron haber sido colocados tras el operativo.
Contradicciones e incertidumbre
Durante la comparecencia, Gertz también contradijo declaraciones anteriores. El 19 de marzo había confirmado la presencia de restos humanos en el sitio. Este martes, en cambio, negó que se hayan encontrado osamentas completas o parciales. Sólo mencionó una vasija hallada en septiembre que contenía fragmentos óseos sin identificar.
Estas declaraciones contrastan con afirmaciones del entonces secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, quien señaló que el CJNG usaba el rancho de Teuchitlán como centro de tortura y asesinato de jóvenes.
Gertz insistió en que la investigación sigue en curso, pero no ofreció datos concretos sobre cuántas personas pudieron haber sido reclutadas, asesinadas o desaparecidas en el lugar. Tampoco se ha determinado la identidad de las tres personas halladas en el operativo de septiembre.
Críticas a la Fiscalía local
El fiscal general también aprovechó para criticar nuevamente a la Fiscalía de Jalisco por supuestamente haber dejado desprotegido el inmueble durante seis meses y por no realizar los peritajes necesarios. Sugirió que esa falta de control pudo haber alterado la escena del crimen, permitiendo la colocación posterior de objetos.
A pesar de que la comparecencia había sido anunciada como una presentación completa de resultados, Gertz no entregó nuevas evidencias sustanciales. En un país con más de 125 mil personas desaparecidas, el caso de Teuchitlán sigue marcado por vacíos informativos, contradicciones oficiales y un creciente malestar entre los colectivos de víctimas.