
Por Redacción
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El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció este lunes una nueva política que ofrece asistencia financiera y de viaje a inmigrantes indocumentados que decidan abandonar voluntariamente Estados Unidos, incluyendo un pago de $1,000 tras comprobar su regreso a su país de origen.
La medida, anunciada bajo la administración del presidente Donald Trump, busca incentivar la salida voluntaria de migrantes en medio de los planes del mandatario de endurecer las políticas migratorias y deportar a millones de personas que se encuentran sin estatus legal en el país.
“Les vamos a conseguir un hermoso vuelo de regreso a donde vinieron y tendrán un período de tiempo para hacerlo. Si lo logran, trabajaremos con ellos para que tal vez algún día puedan regresar si son buenas personas”, dijo Trump en declaraciones desde la Oficina Oval.
Según el DHS, el programa incluye un pasaje aéreo de ida y un pago adicional para quienes utilicen la aplicación CBP Home para verificar su salida. Las personas que se acojan al programa serán consideradas como “de baja prioridad” para futuras detenciones o expulsiones, y podrían preservar la posibilidad de solicitar el reingreso legal al país en el futuro.
El departamento indicó que al menos un migrante ya ha regresado voluntariamente a Honduras mediante esta iniciativa, y se han reservado varios boletos adicionales para los próximos días.
La política también busca reducir la presión sobre el sistema migratorio estadounidense, y forma parte de un enfoque más amplio para gestionar los flujos migratorios en la frontera sur, donde miles de personas buscan ingresar legalmente o solicitan asilo diariamente.
La imagen de un migrante venezolano utilizando la aplicación CBP One para solicitar cita de ingreso en Estados Unidos, tomada en Ciudad Juárez el 5 de mayo de 2023, se ha convertido en un símbolo del complejo proceso migratorio actual.
La administración Trump considera que esta política de “autodeportación” podría abrir una vía para que ciertos migrantes regresen legalmente al país, siempre que cumplan con los requisitos y no tengan antecedentes que los descalifiquen. “Si son el tipo de personas que queremos en nuestra compañía —personas industriosas que podrían amar a nuestro país— y si no lo son, no lo harán”, dijo el presidente.
Trump advirtió, sin embargo, que quienes no se acojan a esta política enfrentarán la expulsión forzada. “Serán sacados de nuestro país… nunca obtendrán un camino para regresar. Y será un proceso mucho más difícil”, concluyó.
El anuncio llega en medio del año electoral y promete intensificar el debate sobre inmigración, un tema central en la agenda republicana.