La cobardía y vergüenza de la ADL

Por Carlos Hernández
[email protected]

La Liga de Antidifamación (ADL), que supuestamente fue fundada por judíos y asegura luchar contra el acoso y el antisemitismo, defendió el mismo saludo que Trump realizó cuando se llevó la mano al pecho y la extendió al aire con la mano erguida, tal y como lo hacían los nazis para saludar a Hitler.

“Hizo un gesto incómodo en un momento de entusiasmo, no un saludo nazi”, y que “todas las partes deberían darse un poco de gracia, tal vez incluso el beneficio de la duda, y tomar un respiro”, esas fueron las patéticas y cobardes palabras de la ADL.

La verdad que pensé que lo había visto todo, pero esto es el colmo.

Una organización que se beneficia de donantes judíos poderosos para supuestamente velar por sus intereses, prácticamente se bajo los pantalones ante Musk y el movimiento neo nazi. Una verdadera vergüenza.

Al hablar con un miembro de alto mando de la ADL, que me pidió el anonimato se limitó a decirme que “la orden y la respuesta al saludo de Musk, venía de las altas cúpulas”, sin mencionar quién en específico, cuando le pregunté.

Como le dije a ese contacto, que con estas acciones tiran a la basura el legado de las víctimas del Holocausto de Alemania, tod@s las memorias, pero sobre todo las vidas de es@s niñ@s, mujeres y hombres inocentes torturad@s y asesinad@s por los nazi fueron en vano.

En lugar de lanzar una condena brutal y exponer a Musk, quien históricamente tiene vínculos con grupos racistas como los neo nazis y los proud boys, para exponerle y mostrar al mundo del peligro que representa, sobre todo ahora que fue una pieza clave para que Trump ganara la presidencia por su manipulación a la plataforma X, de la que es dueño.

Y es que Musk se ha convertido como esos consejeros llenos de maldad y división que tenían los emperadores romanos, esos que les llenaban la cabeza de elogios pero a la vez les manipulaban para controlar las poblaciones con violencia y temor para mantenerse en el poder de manera indefinida.

Y es que no hay que olvidar que el racismo puede ser un aspecto intrínseco en la personalidad de Musk, ya que él es sudafricano, país donde hasta hace unos 34 años el Apartheid aún mandaba que la población negra no pudiese votar, tener una propiedad, ni asistir a la misma escuela que los demás, no es de extrañarse de los aires de supremacía blanca del dueño de Tesla.

Pero mientras el radical de Musk ahora ya goza de las mieles del poder, la ADL ha sido la gran perdedora, ya que con acciones y posiciones cobardes como la que tomó es así como se pierde la credibilidad total de sus funciones y sobre todo razón de ser.

Esta organización ahora no tiene la cara para salir hablando que defiende los derechos de nadie, cuando se acobardó a la hora de enfrentar a un enemigo directo que se burló delante de la comunidad judía frente a todo el Mundo.

Tengo amigos judíos de verdad, israelitas, tanto acá como en Israel y quienes me han dicho que es una pena ver como en estos tiempos, “la traición se puede esperar de cualquiera, incluso de es@s que se dicen aliad@s”.

Y es que el peligro no reside solamente en los actos en sí, sino en la falta de indignación colectiva. 

Cada uno de ellos socava las normas democráticas, y crea un espacio para que el extremismo se agrave bajo el disfraz de la libertad de expresión o el disenso político.

Lamentablemente con la nueva Administración en la Casa Blanca, los ataques y abusos a las minorías no son un secreto y se darán por doquier, Trump lo había anunciado, y sí los judíos pensaban que esto no les afectaría se equivocan.

Si yo fuese ell@s estaría preocupad@, porque los grupos racistas extremistas tendrán una proliferación enorme con Trump de presidente, y por si quedaban dudas el republicano lo afirmó al perdonar a más de 1,600 criminales que atacaron y tomaron el Capitolio el 6 de junio de 2021.

Y es que la gran mayoría de es@s cobardes han sido identificad@s como miembr@s de grupos radicales de la ultra derecha.

Es por ello que en estos momentos, de lo que se vislumbra como uno de los pasajes más oscuros en la historia estadounidense, es cuando más se exige el estar alertas. 

El frágil estado de la democracia exige que ciudadan@s, líderes y las instituciones reafirmen su compromiso con la justicia, la rendición de cuentas y la verdad. 

Las decisiones de Trump (desde el indulto a los insurrectos hasta el fomento de una retórica divisiva) subrayan la necesidad de una respuesta contundente a las tendencias autoritarias. 

La democracia prospera sobre la base de valores compartidos y el respeto mutuo. 

Los acontecimientos que se están desarrollando no es algo normal y son alarmantes, porque la renovada presidencia de Trump amenazan con fracturar aún más estos principios.

Si la sociedad no enfrenta estos desafíos de frente, las consecuencias podrían extenderse mucho más allá del presente, dejando a las generaciones futuras lidiando con las consecuencias de una democracia desprotegida.