Inmigración

Marcharon por los inmigrantes

 

Marcharon por los inmigrantes

 

Por Víctor Rosas

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Eran las 8:00 de la mañana en las afueras de la oficina de La Hermandad Hank Lacayo Youth and Family Center, ubicada en el 520 W. 5th St., en la ciudad de Oxnard, donde esperaba un autobús para transportar a las personas que irían a la marcha del 1 de mayo a realizarse en Los Ángeles.

La marcha era en apoyo a los inmigrantes indocumentados, y para pedir al gobierno de Donald Trump que detenga las redadas que están separando a familias, sobre todo, de origen latino.

Sin embargo, la participación fue escasa, apenas 20 personas fueron en el viaje.

Durante el trayecto, Alicia Flores se acordaba aquella marcha multitudinaria que se llevó a cabo en el año 2006.

En esa ocasión, comenta, fueron 8 buses repletos hasta más no poder, y donde más personas por falta de espacio, y otros muchos se fueron en sus propios autos hasta el centro de Los Ángeles.

En esa ocasión el Departamento de Policía de Los Ángeles estimó en alrededor de 500,000 personas las que se dieron cita en la marcha, pero conteos independientes estimaron que fueron cerca de un millón las personas que desfilaron desde la intersección de las avenidas Olympic y Broadway en el centro angelino.

Al llegar a la misma esquina el lunes 1 de mayo, ya había iniciado un mitin, en el cual, distintos líderes comunitarios, entre ellos, Nativo López y Gloria Saucedo, esta última presidenta de La Hermandad Mexicana en la ciudad de Van Nuys, hicieron uso del micrófono, para apoyar a los indocumentados.

Ambos señalaron, que este grupo esta compuesto por personas trabajadoras, que contribuyen a la economía tanto del Sur de California, como de Los Estados Unidos, donde la gran mayoría han venido a trabajar arduamente, haciendo trabajos que los estadounidenses no quieren hacer.

Se refirió a las tareas agrícolas, en la industria hotelera, en los restaurantes, en la construcción, en las fabricas empacadoras de carne, y en otras industrias, todo con la idea de tener una oportunidad mejor para su vida y para sus hijos.

Este año unas 5 o 6 mil personas participaron en la marcha, divididos en dos grupos, desde la esquina de la Olympic y Broadway, hasta llegar al edificio de la Alcaldía de Los Angeles, en 1st Street, y aunque la participación fue escasa, no por eso dejó de ser entusiasta.

La multitud iba gritando consignas en favor de los inmigrantes, con el tradicional “si se puede”, “Aquí estamos y no nos vamos”, y “Si nos sacan, nos regresamos”, y consignas en contra de Trump y a favor de los inmigrantes.

Olivia Medina, residente de Oxnard, y que tiene más de 80 años de edad, comenta que ella está muy contenta de poder haber participado en la marcha, porque, dice desea que su hijo obtenga sus documentos de residente permanente.

También comparte que ha podido acompañar a Alicia Flores a Nueva Orleans, a Sacramento y la capital del país Washington D. C..

“Peleo por todos, no sólo por mi familia, agregando que ero quisiera que más personas nos acompañaran, porque esta lucha es de todos los que queremos lograr que nos den papeles para nuestros familiares, y también para decirle al presidente que ya no nos eche gente para fuera”, dice la octogenaria.

Alrededor de las 3:00 de la tarde los marchantes regresaron a Oxnard, donde también el sindicato de trabajadores agrícolas llevó a cabo una marcha con la misma intención: dejarle saber al gobierno que los trabajadores indocumentados, necesitan que se les reconozca y que necesitan una solución para su situación actual.

Para el Sindicato, más que sentirse acosados y con miedo de ser deportados, ya que son gente trabajadora que contribuye a la economía del país, y no son violadores, criminales ni vendedores de drogas como aseguran, el gobierno actual les quieren vender.