Opinión

Un nuevo año pero las mismas angustias

Por María Navarro
[email protected]

El año nuevo ha llegado pero, para muchos, parece que el 2020 nunca hubiese terminado.

Por supuesto, todavía estamos lidiando con la crisis de salud más grande que hemos visto en toda nuestras vidas y no se diga sobre los efectos económicos que la pandemia traerá, especialmente para los inquilinos y propietarios que no han podido pagar su renta e hipoteca.

Es por esto que necesitamos que el estado de California expanda las protecciones contra el desalojo por otro año más.

La ley en existencia, AB 3088, impone una suspensión a los desalojos hasta el 1º de febrero de este año, y ahora, el asambleísta Chiu ha introducido la propuesta AB 15 a la Cámara estatal.

Esta propuesta extiende las provisiones del AB 3088 hasta el primero de enero del 2022.

Esta cuenta con un apoyo grande en la cámara del estado ya que asegura que ambos, tanto inquilinos como propietarios, se beneficiarán de la ley: los inquilinos no serán desalojados y los propietarios no se quedarán sin inquilinos durante la pandemia.

Por eso, es sumamente importante que le exijamos a nuestros representantes (Steve Bennet, Jaqui Irwin y Monique Limón) que apoyen AB 15 y la pasen lo más rápido posible.

Usted también puede exigirle a estos representantes llamándolos a sus oficinas locales.

Pero entre las tinieblas de la negatividad, existen unos puntos de luz.

En diciembre, la Alcaldía de Santa Bárbara pasó una ordenanza que asistirá a los inquilinos que son desalojados “sin culpa.”

¿Qué son los desalojos sin culpa? Estos desalojos ocurren cuando el propietario desea echar a sus inquilinos sin haber un incumplimiento de contrato.

Por ejemplo, si el propietario desea mudarse en el hogar que está arrendando, él tiene el derecho de desalojar a sus inquilinos aunque ellos no tengan la culpa.

Muchos de los inquilinos desalojados se ven en problemas ya que no pueden encontrar otra propiedad para arrendar.

Por otra parte, para muchos, los cargos de frente para arrendar otra propiedad eran muy altos ,y no tenían los medios económicos para continuar viviendo en Santa Bárbara.

Con la nueva legislación, el propietario debe proveer tres meses de asistencia de reubicación para los inquilinos desalojados.

Esta asistencia le ayudará a muchas familias a quedarse con un techo sobre sus cabezas mientras buscan otra propiedad para arrendar.

Por otra parte, después de recibir más de 100 comentarios de inquilinos, el Concilio de Oxnard está en el proceso de determinar si implementa el control de renta.

No es una sorpresa que los residentes de Oxnard necesitan esta política.

Los precios de renta promedio para un apartamento de una habitación han incrementado desde $1,200 en el 2011 hasta $1,800 en el 2019, es decir un incremento del 50% .

Al mismo tiempo, los salarios solamente se han incrementado un 8%.

Una gran parte de los inquilinos más afectados por la pandemia son los trabajadores esenciales y agrícolas que han visto sus horas reducidas, aún así, muchos han visto su renta subir $100 dólares o más en 2020.

Por ello, ahora más que nunca, la Alcaldía de Oxnard debe defender a nuestros trabajadores esenciales e inquilinos de la avaricia de los ricos.