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Las cometas se adueñaron del cielo de Santa María

Por Luis A. Cervantes
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Ni las nubes ni algunas cuantas gotas de lluvia fueron capaces de arruinar la diversión para los pequeños del hogar, que acompañados por sus padres se dieron cita en el Rotary Central Park and Robin, esquina de las calles S College Dr. y Sunrise Dr, en el lado sur de Santa María.

Las 12 del mediodía del sábado 16 de abril fue la hora en que dio inicio el Festival de Kites (Papalotes), organizado por el Departamento de Parques y Recreación de la ciudad de Santa María, ante la emoción de los más pequeños.

Así, decenas de familias acudieron al llamado de la diversión, algunos con su papalote en mano llegaron al lugar, otros con las manos vacías, para ahí mismo comprar la suya, ya que había varios puestos vendiendo hermosos y espectaculares diseños de estos divertidos juguetes.

Si por mala fortuna durante el evento el cometa sufría algún daño o avería, no había de que preocuparse, pues entre los puestos también se encontraba un hospital de papalotes, donde sus simpáticos doctores, perfectamente caracterizados, ayudaban, para que el cometa recuperara el vuelo y nuevamente pudiera surcar majestuosamente por los aires.

Además de la divertida actividad de volar cometas, los patrocinadores del Festival ofrecían para los más pequeños del hogar, una diversidad de actividades más, donde l@s niñ@s podían divertirse jugando a lanzar los sacos de arena, ver quien era mejor en el Jenga, retar a papá en el juego de la herraduras o jugar carreras con un pequeño paracaídas en la espalda.

Por si esto fuera poco también había actividades culturales y educativas, pero igualmente divertidas.

Así, los asistentes podían acudir a un observatorio y un centro de naturaleza montados sobre un autobus, una biblioteca móvil de la Ciudad, un puesto de la organización ALTRUSA de la Costa Central; donde regalaban libros para niñ@s, adolescentes o adult@s.

Si el hambre o la sed hacían acto de presencia, no había problema, pues varias food trucks y puestos de comida estaban ahí para saciar el paladar; ofreciéndote palomitas (acarameladas, naturales, con hile o mantequilla), elotes (asados o cocidos), churros de canela o rellenos, conos de helado, gigantescas nieves raspadas, fruta picada natural o arreglada, hot-dogs, hamburguesas, tortas, quesadillas, tacos, aguas frescas y refrescos.

A ratos el sol hacia acto de presencia para darle mayor brillo y esplendor a las decenas papalotes; que hábilmente dirigidos por los pequeños pilotos desde tierra, navegaban en el aire para deleite visual de los cientos de asistentes.

Estos últimos, sentados en sus sillas de playa o en el pasto, podían admirar el espectacular show en el cielo de los tradicionales papalotes rectangulares, engalanados con colores brillantes y llenos de vida, hasta otros con diseños realmente sofisticados.

Mariposas, pájaros, aves fénix, guacamayas, aviones de la fuerza aérea, un enorme pulpo de color naranja, un espectacular dragón multicolor y algunos otros alusivos a personajes de las caricaturas, como el hombre araña, superman o la pequeña máquina del Tren Tomas.

Las sonrisas y la alegría estuvieron presentes en cada momento del festival y en cada rincón del parque.