
Por Redacción
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes el fin de las negociaciones comerciales con Canadá tras el anuncio de Ottawa de implementar un impuesto a los servicios digitales, lo que el mandatario calificó como “un ataque directo y flagrante” contra su país. A través de una publicación en su red Truth Social, Trump aseguró que en los próximos siete días hará público un nuevo paquete de aranceles sobre importaciones canadienses.
La medida canadiense, que impone un gravamen del 3% a los beneficios generados por grandes tecnológicas como Amazon, Apple y Google en territorio canadiense, fue recibida por la Casa Blanca como una provocación comercial. “Canadá ha decidido seguir el camino de la Unión Europea. Eso no lo vamos a permitir”, afirmó Trump, al tiempo que acusó a su vecino del norte de dificultar históricamente el comercio bilateral, en especial en sectores como el lácteo, donde dijo que Ottawa ha cobrado “aranceles de hasta 400% durante años”.
El mandatario calificó la postura canadiense como una imitación del modelo europeo que, según él, también está siendo renegociado. “Obviamente, han tomado una decisión equivocada y por eso todas las conversaciones comerciales quedan terminadas con efecto inmediato”, escribió.
Esta es la segunda vez en lo que va del año que Trump lanza un paquete de represalias contra Canadá. En febrero, la administración impuso aranceles a bienes canadienses y mexicanos argumentando la falta de acción por parte de ambos países ante la inmigración irregular y el tráfico de fentanilo. Aunque esa medida fue retirada tras una llamada telefónica con el entonces primer ministro canadiense Justin Trudeau, dejó tensiones abiertas que ahora parecen reactivarse.
Tensiones bilaterales y política comercial errática
La abrupta decisión vuelve a poner en evidencia el carácter impredecible de la política comercial de Trump. Desde su regreso a la presidencia, Estados Unidos ha impuesto aranceles del 25%, e incluso del 50% desde el 4 de junio, a productos clave como el aluminio, el acero y los automóviles, muchos de ellos provenientes de Canadá. Sin embargo, Ottawa había quedado exenta de los aranceles recíprocos del 10% aplicados a decenas de socios comerciales desde abril.
Canadá, cuya economía depende en gran medida del mercado estadounidense, respondió en su momento con tasas de represalia sobre decenas de productos estadounidenses, desde alimentos hasta artículos industriales. Estas fricciones comerciales reavivaron en Canadá un sentimiento nacionalista latente, intensificado por las constantes descalificaciones de Trump hacia Trudeau y sus comentarios sobre “convertir a Canadá en el estado 51”.
Pese a los desencuentros, el tratado comercial T-MEC que une a México, Estados Unidos y Canadá se ha mantenido en vigor, aunque con creciente tensión. Trump ha insinuado en varias ocasiones su intención de renegociar o incluso abandonar cláusulas del acuerdo si no se atienden sus exigencias en temas migratorios, narcotráfico y comercio digital.
El anuncio del rompimiento con Canadá coincidió con declaraciones del secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien admitió que el plazo del 9 de julio para cerrar acuerdos comerciales con varios países podría extenderse. En una entrevista con Fox Business, Bessent dijo que “algunos pactos podrían llegar más adelante, quizás para el Día del Trabajo” (1 de septiembre), lo que introduce más incertidumbre en la estrategia comercial de Washington.
Bessent también recordó que EE.UU. ya ha cerrado un acuerdo con el Reino Unido y mantiene un compromiso limitado con China. “Si conseguimos pactos con 10 o 12 de los 18 socios clave, podríamos considerar que el frente comercial estará resuelto hacia el final del verano”, afirmó.
El giro de guion por parte de Canadá, hasta ahora considerado un socio estable y previsible, refleja la dificultad de prever decisiones en la era Trump. De confirmarse la ruptura, el nuevo plazo estimado para cualquier acuerdo bilateral —inicialmente previsto para el 20 de julio— podría trasladarse al entorno del 4 de julio, coincidiendo con la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos.