Mark Carney gana elecciones en Canadá; Poilievre pierde su escaño parlamentario

Por Redacción
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El primer ministro canadiense Mark Carney y su Partido Liberal lograron una contundente victoria en las elecciones federales, en una jornada marcada por la tensión con Estados Unidos y la pérdida de escaño del líder conservador Pierre Poilievre.

Según proyecciones de la Canadian Broadcasting Corporation, los liberales se impusieron tras una campaña electoral fuertemente influenciada por la retórica agresiva del presidente estadounidense Donald Trump, quien lanzó una guerra comercial contra Canadá y sugirió públicamente que el país debería convertirse en el estado 51 de EE. UU.

El populista Poilievre, quien lideraba el Partido Conservador y era visto como favorito hace solo unos meses, fue derrotado en su propio distrito en Ottawa, en lo que representa un golpe severo a su liderazgo. Con ello, se convierte en uno de los pocos líderes de oposición en perder su banca durante una elección federal.

A medida que avanzaba el conteo, los liberales lideraban o se adjudicaban 168 de los 343 escaños del Parlamento canadiense. Aunque aún no está claro si alcanzarán la mayoría absoluta de 172 escaños, Elections Canada informó que aún quedaban votos especiales por contabilizar, los cuales podrían definir la composición final de la Cámara.

En su discurso de victoria, Carney hizo énfasis en la unidad nacional frente a las amenazas externas, afirmando que “Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua, nuestro país. Estas no son amenazas vacías. Pero eso nunca, jamás sucederá”.

Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, reemplazó al ex primer ministro Justin Trudeau tras su renuncia. Su campaña prometió defender la soberanía canadiense, invertir en salud dental, recortar impuestos a la clase media, controlar los niveles de inmigración y financiar a la emisora pública CBC.

El resultado electoral sorprendió a muchos analistas, dado que la carrera había sido considerada una contienda cerrada. Sin embargo, la retórica provocadora de Trump y su reiterada afirmación de que Canadá debería anexarse a EE. UU. enfurecieron a los votantes, lo que resultó en una participación récord: 7,3 millones de canadienses votaron anticipadamente.

Durante su campaña, Poilievre adoptó un estilo similar al de Trump, utilizando el lema “Canadá primero”, lo que le valió comparaciones desfavorables con el mandatario estadounidense. Algunos analistas consideran que estas similitudes alejaron al electorado moderado y urbano.

Aunque Carney logró una cuarta victoria consecutiva para los liberales, aún enfrenta un escenario político complejo. Si no consigue una mayoría, necesitará alianzas con partidos menores como el Bloc Québécois, de orientación separatista, o con los Nuevos Demócratas (NDP), cuyo líder, Jagmeet Singh, anunció su renuncia tras perder escaños.

El profesor de ciencias políticas de la Universidad McGill, Daniel Béland, advirtió que “la incertidumbre política podría dificultar la gobernabilidad si no se forma una mayoría clara”.

En los comicios, la política exterior tomó un protagonismo inusual, algo que no ocurría desde las elecciones de 1988, cuando el tema central fue el tratado de libre comercio con EE. UU. Hoy, el vínculo con Washington se encuentra en uno de sus puntos más bajos.

La economía canadiense, dependiente en gran medida del comercio con EE. UU., podría verse afectada por los nuevos aranceles y la presión para que las automotrices norteamericanas trasladen su producción de vuelta a territorio estadounidense.

Carney ha prometido que todos los ingresos derivados de aranceles de represalia a productos estadounidenses se destinarán a trabajadores canadienses perjudicados por las políticas de Trump.

Pese a la victoria, los retos para Carney son mayúsculos: navegar un Parlamento dividido, lidiar con la creciente presión económica y mantener la unidad nacional ante la creciente hostilidad de su principal socio comercial.