
Por Carlos Hernández
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Este mayo, Santa Bárbara no solo se ilumina de verde; se ilumina de esperanza, acción y comunidad, esto es porque es el Mes Nacional de Concientización de la Salud Mental.
Así es como más de 80 edificios en el condado se tiñen de luz verde para visibilizar la importancia de la salud mental, además diversas organizaciones locales redoblan sus esfuerzos para romper el estigma, brindar apoyo gratuito y crear un verdadero movimiento de sanación comunitaria.
Detrás de estas iniciativas están líderes y expertas como Suzanne Grimmesey, del Departamento de Bienestar Conductual del Condado de Santa Bárbara; Gabriela Dodson, LCSW, del Mental Wellness Center; y Adriana Marroquín, del Hospice of Santa Barbara, quienes impulsan un mensaje claro:
«La salud mental es esencial para vivir con dignidad y plenitud. Nadie debe enfrentar sus batallas internas en soledad».
En 2024, se estima que 57.8 millones de adultos en todo el país (el 19 % de la población), padecían una enfermedad mental, lo que equivale a aproximadamente 2.2 de cada 10 adultos, según USAFacts.
“Una proporción significativa de estas personas, aproximadamente 1 de cada 4 adultos, padece una enfermedad mental diagnosticable cada año”, según el Centro de Investigación de la Universidad Johns Hopkins Medicine.
Es así como la campaña «Ilumina de Verde», liderada por el Departamento de Bienestar Conductual del Condado, busca transformar el paisaje urbano en un recordatorio constante de que la salud emocional importa.
“Estas luces verdes son un rayo de esperanza y un estímulo para el diálogo, el objetivo es crear conciencia sobre la salud mental y las enfermedades mentales, que es algo de lo que se puede hablar y que la gente podrá conversar sin sentirse con pena o miedo de hablar.”, afirma Grimmesey, quien es la Directora Jefa de Estrategia y Participación Comunitaria.
Además, la terapeuta destaca que el Departamento de Bienestar Conductual ofrece servicios confidenciales para tod@s, en inglés y español, sin importar el estatus migratorio o de seguro médico.
“La intervención temprana salva vidas, por eso es que desde el año pasado pusimos en marcha la línea de asistencia. Cualquiera puede llamar porque quiera información, está preocupado por alguien o por sí mismo, por estar pasando por una crisis emocional una adicción y para solicitar servicios”, enfatiza.
Y es que con la Línea de Acceso 24/7 (1-888-868-1649), Grimmesey celebra un aumento en las llamadas como señal de que más personas buscan ayuda antes de que las crisis se agraven.
“El año pasado recibimos más de 12 mil llamadas y este año las cifras están aumentando a un promedio de unas 345 llamadas mensuales más, que el año pasado”, recalca la psicóloga.
Grimmesey, con más de 25 años de experiencia en salud pública, también explica que la intervención temprana es vital para su departamento, por lo que tienen al Equipo de Crisis Móvil, el cual se desplaza hasta donde están l@s afectad@s, algo que ha producido resultados prometedores.
“Nuestra misión es ayudar e intervenir antes de que la situación explote, porque estamos pendientes de esas llamadas y gracias al trabajo proactivo de nuestro Equipo de Crisis, estamos viendo un menor número de personas que requieren hospitalización, y más personas están recibiendo la ayuda que necesitan en el momento oportuno”, explica Grimmesey.
Sin embargo, la Directora asegura que con la comunidad latina el desafío persiste, ya que solo un 8% de las llamadas del último año fueron en español, lo que demuestra la necesidad de seguir acercando servicios culturalmente sensibles a la comunidad de habla castellana.
“Escuchamos comentarios (de la comunidad latina) que muestran que el estigma o la falta de comprensión impiden que muchas personas busquen ayuda, ya que pueden asociar la salud mental con una enfermedad grave, o puedan intentar tratarlo con oraciones, ignorarlo o llevarlo en silencio hasta que surge una crisis emocional grave”, asegura.
La comunidad nos dice que l@s jóvenes y los mayores pueden tener una comprensión diferente, lo que genera desconexión cultural o generacional. Por eso, animamos a la gente a hablar de ello.
Tanto Grimmesey, Marroquín y Dodson recomiendan que si alguien siente dificultades, presiones o malestar mental, que hablen de ello.
“Queremos que tod@s se concienticen que cualquier problema de salud mental no es sinónimo de debilidad, por ello si ven una preocupación en un ser querido o familiar, es importante conversarlo abiertamente”, enfatiza Dodson.
Y es que para la experta terapeuta del Wellness Center, entre más se hable del tema, más gente escuchará, más buscará ayuda “y el impacto general será aún mayor”.
Es así que tanto Dodson como Grimmesey reconocen que los problemas de salud mental pueden iniciarse a una edad temprana de la niñez o la adolescencia, como resultado de factores biológicos, sociales y ambientales.
TRATANDO UN TABÚ

Precisamente uno de esos traumas que desencadene una crisis mental puede ser la pérdida de un ser querido, y es algo en lo que Marroquín, Gerente de Iniciativas Comunitarias en el Hospice of Santa Barbara, se enfoca de manera crucial.
“Para nosotros en Hospice of Santa Barbara, nuestra meta está en crear espacios diarios de reflexión sobre la salud mental, especialmente en el contexto del duelo”, asegura Marroquín.
La labor del Hospicio de SB lleva décadas, ya que fue fundado en 1974 y este año cumple su 51º aniversario. Atiende un promedio de 1,500 personas anualmente.
Para Marroquín, «cuidar el bienestar emocional tras una pérdida es una necesidad urgente», particularmente en la comunidad latina, porque aún persisten barreras culturales para hablar abiertamente sobre estos temas.
Y es que, de acuerdo a la Gerente, en la cultura latina el dolor muchas veces se guarda en silencio, reforzado por generaciones que priorizaron la sobrevivencia física sobre la emocional.
Aunque tradiciones como el Día de los Muertos celebran la memoria de los seres queridos, Marroquín advierte que no siempre existe una preparación emocional genuina para enfrentar la pérdida.
«No solemos hablar abiertamente de la muerte, para much@s es algo negativo de lo que no se habla en vida, ni de cómo sanar después», enfatiza.
Es por ello que el Hospice of Santa Barbara apuesta por un enfoque familiar en el acompañamiento emocional.
La Gerente explica que su organización sin fines de lucro cuenta con consejer@s latin@s que no solo dominan el idioma, sino que comprenden las diferencias culturales, lo cual facilita la conexión y la confianza con las familias hispanohablantes.
Es así como el Hospice de Santa Barbara ofrece terapia de duelo, talleres gratuitos y el programa «My Gift» de planificación anticipada, en donde expert@s terapeutas y consejer@s trabajan con toda la familia para romper la idea de que buscar ayuda es solo para quienes están «mal de la cabeza».
“Queremos que tod@s se sientan bienvenid@s y representad@s. Así rompemos la idea de que solo quien ‘está mal’ debe buscar ayuda”, explica Marroquín.
Ella también indica que gracias a su trabajo en el Hospicio de SB, ha aprendido a enfrentar su propia mortalidad.
“Hablar de la muerte me ha permitido vivir una vida más plena, he traído a mis padres. Es fundamental abrir esas conversaciones para cambiar la perspectiva de las futuras generaciones”, comparte Marroquín.
PREVENCIÓN Y EDUCACIÓN TEMPRANA

Mientras el Hospice trabaja desde el duelo, el Mental Wellness Center apuesta a la educación temprana como herramienta de prevención.
Dodson, Directora de Bienestar y Rehabilitación del Mental Wellness Center en Santa Bárbara, enfatiza que hablar de salud mental ya no puede ser una opción, sino que es una necesidad.
“Todavía existe un estigma alrededor de la salud mental, pero necesitamos tener conversaciones abiertas y sinceras si queremos construir una comunidad más saludable”, afirma.
Según Dodson, los efectos de la pandemia del Covid agudizaron la ansiedad de l@s residentes de Santa Bárbara, quienes hoy enfrentan desafíos relacionados con la seguridad en las escuelas, el desempleo y la falta de vivienda asequible.
“Much@s enfrentan problemas económicos y viven con el temor constante de no encontrar trabajo o de no poder pagar un lugar seguro donde vivir. Todo esto genera un nivel de estrés que distrae y deteriora la calidad de vida”, explica.
Dodson también supervisa el programa «Mental Health Matters», presente desde hace dos décadas en escuelas de Santa Bárbara, Hope y Goleta, donde han enseñado a miles de alumn@s de 6º grado y high school a reconocer que la salud mental es parte integral de su vida.
“Visitamos los centros escolares y enseñamos a l@s alumn@s de 6º grado y secundaria a usar la terminología correcta y entender que la salud mental es parte de la vida”, comenta Dodson.
Una parte central de la labor educativa de Dodson es desmitificar la idea de que los problemas de salud mental reflejan debilidad.
“La salud mental es un proceso biológico. Algunas personas tienen una predisposición genética a la depresión o la ansiedad. No se trata de ser fuerte o débil, y tod@s podemos necesitar ayuda en diferentes momentos de nuestra vida”, enfatiza.
Además, advierte que los trastornos de salud mental pueden surgir a cualquier edad: “Un alumn@ de primaria que pierde a un padre puede desarrollar síntomas. No hay una edad para empezar a sufrir emocionalmente”, enfatiza.
Este programa, realizado gracias a la colaboración con el Distrito Escolar Unificado de SB, alcanza también a adultos en la familia, para que comprendan cómo apoyar a sus hij@s en caso de enfrentar trastornos, proporcionando información clara y libre de prejuicios.
La alta demanda de este y otros servicios en el Wellness Center revela cuán necesaria es esta atención culturalmente negada.
“Nuestro objetivo es que nadie se sienta sol@ mientras espera un tratamiento especializado”, afirma Dodson.
SERVICIOS GRATUITOS

Tanto el Condado, el Hospicio de Santa Bárbara y el Mental Wellness Center ofrecen servicios sin costo alguno para los miembros de la comunidad sin importar su estatus migratorio.
“No hay ningún costo para las familias que buscan nuestra ayuda. No se trata solo de prepararse para la muerte, sino de vivir de forma más consciente”, indica Marroquín.
En 2023, el Hospicio atendió a alrededor de 450 personas en su programa de atención a pacientes y a casi 1,000 individuos en sus programas de consejería, que incluyen a niñ@s, adolescentes y adult@s.
Por su parte, el Mental Wellness Center, que es una organización sin fines de lucro y que este año cumplirá su 75º Aniversario, también ofrece programas bilingües gratuitos como «Grupo Colibrí» y «Grupo Esperanza», donde atienden actualmente a 22 familias hispanohablantes, y donde hay una lista de espera.
Dodson se muestra orgullosa de los esfuerzos del centro para garantizar que sus servicios sean accesibles para tod@s.
“Más de la mitad de nuestro personal es bilingüe y bicultural. Ofrecemos varios programas en español, incluyendo grupos como ‘Grupo Colibrí’ y ‘Grupo Esperanza’, y estamos aquí para cualquier familia que necesite apoyo”, afirma.
UN ESTRÉS EN CRECIMIENTO

Las tres entrevistadas además explican cómo en los últimos meses, han visto y escuchado de miembros de la comunidad latina un creciente temor ante la posibilidad de la deportación debido a las políticas agresivas de Trump, intensificando así un estrés alarmantemente emocional de muchas familias locales.
Dodson advierte que esto se debe principalmente a que «sin un lugar seguro donde vivir, nuestra salud mental inevitablemente se deteriora».
Para la Directora, vivir bajo una amenaza e inseguridad personal constante puede afectar la resiliencia emocional de las personas y aumentar la vulnerabilidad a la ansiedad, la depresión y otros trastornos de salud mental.
En este contexto, la experta asegura que las adicciones también surgen como mecanismos de escape ante un dolor emocional no tratado.
“Las adicciones no son simplemente un problema de conducta, sino una señal de un sufrimiento interno profundo que también necesita atención especializada”, recalca.
La solidaridad comunitaria se presenta como uno de los antídotos más efectivos frente al aislamiento, afirman las expertas.
Es así como la campaña «Ilumina de Verde», la asesoría familiar del Hospice of Santa Barbara y la educación temprana del Mental Wellness Center no son esfuerzos aislados. Juntos, forman parte de una estrategia integral para transformar la manera en que la comunidad de Santa Bárbara entiende, previene y atiende la salud mental.
Para finalizar y en marco del Mes de la Salud Mental, Dodson, Marroquín y Grimmesey envían un mensaje conjunto de esperanza:
«Cada día es una nueva oportunidad. Todos tenemos días buenos y malos, y apoyarnos mutuamente es fundamental para sanar. Además, cuidar de nuestra salud mental implica también pequeños actos diarios de autocuidado: caminar al aire libre, dormir bien, limitar el consumo de redes sociales y buscar espacios de conexión grupal».